En plena cosecha gruesa, las lluvias complican las labores de recolección, sobre todo de la soja, y es común encontrar granos con humedad por encima de los requerimientos comerciales y caída en la calidad, entre otros inconvenientes.
En este contexto, desde el INTA Manfredi presentaron una serie de pautas a tener en cuenta al momento de encarar labores con estas condiciones.
Algunos de los principales aspectos a tener en cuenta para delinear la estrategia de cosecha es caracterizar las condiciones del cultivo e identificar los ambientes.
Con estos dos ítems como punto de partida, se podrá decidir si es el momento propicio para poner en marcha la cosechadora o bien esperar al cultivo.
Diego Villarroel, del INTA Mandfredi, explicó que en caso de entrar al lote y las condiciones de piso no son las mejores, se deberá trabajar con maquinaria provista de neumáticos radiales y alta flotación, con una baja presión de inflado que oscile entre 23 y 25 libras.
El trabajo tiene que orientarse para que ingrese solo la cosechadora al lote y las tolvas circulen lo menos posible dentro del mismo, tratando que las descargas solo sean por cabecera.
Para cumplir con esta parte del plan, es ideal que la plataforma de recolección sea del máximo ancho de trabajo posible. De este modo, además de disminuir la transitabilidad, se podrá cosechar a una menor velocidad.
“En siembra directa continua se deben evitar huellas y compactaciones con el tránsito de cosechadoras, tractores y tolvas. Si se cosecha con una dirección al sesgo en 30 grados respecto a la línea de siembra, esto evita patrones de huellas y patrones de cobertura del suelo”, destacó Villarroel.
Cosecha de soja con humedad elevada
En esta etapa de la cosecha de soja, es habitual que los productores enfrenten una situación en donde el cultivo aún tiene margen de maduración, pero las condiciones climáticas son altamente variables.
En estos casos, el profesional aconsejó que es oportuno adelantar la cosecha y realizarla con 15 a 16% de humedad.
“El cultivo presenta poca susceptibilidad al desgrane, de esta manera estamos dentro de valores de humedad que se pueden manejar en poscosecha y nos aseguramos que en esa ventana de cosecha pudimos levantar el cultivo”, agregó.
Este punto no es menor, porque adelantar la cosecha y realizarla con 15% de humedad reduce las pérdidas promedio por desgrane en el cabezal en un 50%.
La bibliografía del INTA avala esta decisión: la soja almacenada correctamente con 16% de humedad en bolsas plásticas se puede conservar sin problemas hasta 2 meses, con 14,5% por 6 meses y con 13% de humedad se puede almacenar 12 meses o más.
“Siempre controlando periódicamente el estado del grano almacenado, ya que si los días de almacenamiento se dan con amplitud térmica estos valores pueden ser variables en función de la calidad del almacenamiento”, señaló.
Cómo se distribuyen las pérdidas
Según las estimaciones del INTA, la distribución de las perdidas en porcentaje se da en un 70% en plataforma. Ese porcentaje se divide de la siguiente manera:
Desgrane: 40%
Ramas sueltas:13%
Altura de corte: 10%
Vainas sueltas: 7%
El 30% restante corresponde a pérdidas por cola. Con estas cifras, los esfuerzos deberán orientarse a minimizar las pérdidas ocasiones por el cabeza. “La velocidad es clave para el correcto funcionamiento de la barra de corte, con lo cual también es importante detectar la correcta funcionalidad de las cuchillas y puntones”, señaló Villarroel.
En las actuales condiciones climáticas, consideró que se debe adelantar lo máximo posible la cosecha de poroto y no esperar el 13,5% de humedad para empezar: el retraso será riesgoso y costoso para los productores.
Y agregó: “Pero si la soja con 13,5% de humedad de grano recibe lluvias por más de 10 días, las perdidas en cantidad y calidad pueden ser mayores que decidir comenzara trilla con 15% de humedad”.
El último punto a tener en cuenta es ajustar al máximo el monitor de rendimiento de la cosechadora. De esta manera, quedará una base de datos para entender el resultado final de la campaña y guardar para un futuro similar las estrategias de manejo definidas en cada lote.
Fuente: InfoCampo