Tras la falta de lluvias, están en riesgo casi 2 millones de hectáreas de trigo

Había grandes expectativas por el agua que podían dejar las tormentas anunciadas para el pasado fin de semana (16 al 18 de setiembre), pero las insistentes alertas por fuertes lluvias no se cumplieron. A pocas horas, e incluso mientras ya estaba transitando el frente frío por la región, los pronósticos seguían asegurando acumulados que no llegaron a la Zona Núcleo.

El jueves pasado, desde la Guía Estratégica para el Agro se comentaba que había señales de actividad pluvial con volúmenes moderados y sobre el este para el finde semana. Sin embargo, el área con más probabilidades de concretar lluvias, el NE bonaerense de la región núcleo, no registró siquiera un milímetro.

Recibir 20 a 50 mm detendría el deterioro del trigo y renovaría las expectativas productivas. “La incertidumbre de no contar con un trigo que deje margen positivo y, por lo tanto, un ingreso en diciembre para cumplir obligaciones y llegar a marzo no deja dormir al productor que quedó fuera de los acumulados del primer fin de semana de septiembre”, reconocieron los expertos.

En condiciones regulares a malas hay casi 2 de los 5,4 millones de hectáreas implantados con trigo en Argentina. “En esas zonas ya hay signos de deterioro y estrés hídrico marcado. En otros casos el cultivo sigue en buenas condiciones, pero está aguantando”, afirmaron los técnicos.

Advierten también que sin lluvias en una o dos semanas más, la caída de sus posibilidades productivas será marcada y abrupta. Un mes atrás, algunos técnicos y productores resumían muy gráficamente que “al trigo se le acabó la nafta”, recordando que se sembró con reservas de agua muy justas (menos del 50% de agua útil) y lejos de las recomendaciones agronómicas (partir con suelos por encima del 70% del agua útil).

Hay dos meses marcados en rojo en el calendario del sector: diciembre y marzo. Las pérdidas de la campaña 2022/23 se “rolearon” para cuando ingresen las cosechas fina y gruesa. Pero también todo el costo financiero del cultivo de la campaña 2023/24 (alquileres e insumos entre los principales) está apalancado por los recursos que pueda dejar el trigo en diciembre y los del maíz en marzo y, posteriormente, los de la soja.

Fuente: ECOS365