El Padre Claudio Bianculli, vivió en «carne propia» el suceso de la cruz.
Estaba en misa, aquel 16 de enero de 2022, cuando se desplomó con la tormenta de afuera y estuvo el 14 de septiembre, cuando volvió a lo más alto de la ciudad.
«La verdad es que la viví en carne propia desde el minuto cero. Gracias a Dios ya está en su lugar, se ve bella, preciosa, reluciente y cuando la iluminemos, quedará mejor aún», señaló el Padre Claudio, aún con el casco amarillo que le pidieron que usara durante el operativo.
El cura párroco también destacó: «Creo que tiene que ser una metáfora de la vida. Un ejemplo de resiliencia. Que en cada caída podamos volver a poner de pie. La palabra de hoy, con la exaltación de la Santa Cruz, dice, «cuando yo sea levantada en alto, atraeré a todos hacia mí» y fue lo que sucedió en la ciudad este jueves».