A partir de la implementación del “dólar agro”, la comercialización de maíz fue la más alta para el mes julio en los últimos siete años.
Una realidad que se vio reflejada en una mayor liquidación de divisas a nivel nacional y que dejó al programa, muy cerca de alcanzar el objetivo de los u$s2.000 millones planteado por el Gobierno.
Sin embargo, las ventas se pausaron y esto se debe a la incertidumbre que suele generarse tras una elección, donde los precios y la cotización del dólar, atraviesan más dudas que certezas.
A nivel local, desde la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada, Daniel Aresse se refirió sobre la venta de maíz: “Hubo algo más de ventas, venía con un precio que oscilaba entre los $ 4800 la tonelada y pasó a $ 6200; dicho cambio fue importante y eso generó que se produjeran mayores ventas, pero no fueron desmedidas o excesivas. Si bien fueron mayores a la media mensual, tampoco es que estamos ante un aluvión de ventas”.
Acerca de los motivos por los cuales el productor no se volcó masivamente a la comercialización de maíz, el gerente sostuvo: “Existe un manto de incertidumbre muy grande, que hace que el productor se encuentre en una situación difícil. El clima no acompaña, la última cosecha gruesa fue regular y sobre todo, no se sabe que va a pasar con el valor de la moneda”.
La implementación del programa “dólar agro” se extenderá hasta fin de mes y ante esto opinó: “Lógicamente cuando termine este programa, el valor del maíz retrocederá. Sin embargo, habrá que ver a cuánto opera el dólar a fin de mes; con lo cual se torna difícil dar un consejo al productor.2
Lógicamente, si el productor necesita de ingresos y tiene definido que hacer, es un buen momento para vender maíz, aunque como están dadas las cosas hoy en día, la realidad indica que hay que ir siguiendo el mercado y sus movimientos todos los días”, concluyó Aresse.