¿Cómo está Las Rosas hoy?, fue la pregunta de este medio a un colega periodista local, que respondió: “Hoy se respira cierta paz. Este martes, si lo comparamos con ayer, hoy es el paraíso. No sé qué va a pasar cuando se liquiden los sueldos, porque hubo gente que acató el paro y no va a cobrar”.
Así graficó un comunicador local, lo que se vive en Las Rosas desde hace algún tiempo.
La situación data de fines de abril, cuando se realizó un paro de municipales, y el municipio no pagó los días en que los empleados no fueron a trabajar. “Desde que somos gestión, no pagamos el día que no se trabaja. Sentado debajo de la sombra, no se produce dinero. El dinero se produce trabajando”, enfatizó contundente a este medio, el Intendente de la ciudad de Las Rosas, Javier Meyer.
Los días 27 y 28 de abril, se realizó un paro en toda la provincia, en reclamo por la actualización de las Asignaciones Familiares y la regularización de los servicios de salud que brinda la Obra Social IAPOS.
En Las Rosas, acataron la medida, 70 empleados y otros 150 asistieron a sus puestos de trabajo.
“Quiero aclarar el motivo del paro porque el gremio miente y miente”, enfatizó Meyer. “Hubo un paro provincial el 27 y 28. Nosotros no pagamos los paros, no lo hicimos en 8 años. Avanzaron en la medida, como adhesión solidaria. A fin de mes, a esos 70 empleados les descontamos los días que no vinieron a trabajar y este mes descontamos el presentismo. Luego, el día 8, empezaron un paro por tiempo indeterminado de manera inconsulta. Bloquearon maquinarias a los empleados y no podíamos brindar los servicios básicos a la población. Entonces, los productores y las empresas de Las Rosas, nos prestaron palas y tractores y así vamos haciendo el servicio de limpieza para que la ciudad funcione”, expresó Meyer.
Y subrayó: “Si no venís a trabajar, en esta municipalidad no cobrás. El paro es político y estos muchachos ahora paran para cobrar los dos días que no trabajaron”.
Un lunes de furia
El lunes, ante el bloqueo de maquinarias, la policía asistió a la maestranza, tratando de desalojar a quienes estaban tratando de impedir que se trabajara con normalidad.
Los efectivos empezaron a recibir ladrillazos y gomerazos. “Hubo rotura de maquinarias, el auto de la intendencia terminó dañado, quemaron un centro de reciclado, rompieron la admiración de maestranza, tomaron el palacio municipal y la policía se defendió. Se creó un clima de guerra y batalla campal con un grupo reducido de la parte dura sindical”, contó el intendente rosense y agregó: “Yo estoy pidiendo a la fiscal que detenga a quienes produjeron los desmanes. El Gobernador está enterado y estoy esperando que actúe. Es un paro político con intensiones destitutivas”.