El 1º de abril, a las 23.30 hs., Eusebio estaba firme en el lugar que lleva el nombre de su hijo fallecido, la plazoleta «Cabo 1º Daniel Romero».
Siempre elegante, llevaba un saco gris e iba acompañado de su hijo y su familia política.
Saludó a todo el mundo y se estrechó en un abrazo con Osvaldo «Satu» Martinez.
Unos días antes, pasé por la casa para invitarlo. Era casi el mediodía y tenía la puerta de su casa calle Colón, abierta de par en par. «¡Pase!», me gritó desde adentro. Cuando vio que era yo, me invitó a sentarme y charlamos un rato en los sillones del largo pasillo de entrada a su morada.
Ese día me contó que quería ir a la radio a rememorar viejas vivencias. «Decile al Richi que me invite», me insistió varias veces. Media hora de charla, nos dimos un abrazo y quedamos en vernos para la conmemoración de Malvinas.
El 1º, antes de la vigilia, llegó al lugar. Estuvo en la vigilia, también en el acto de las 10 de la mañana y en el estreno de la muestra en el Museo. Nunca se perdió la oportunidad de participar en la fecha. Por más que una lágrima se le escapara y se le partiera el corazón. «el dolor nunca se va, se aprende a convivir con él», siempre me decía.
Esa madrugada del 2 de abril, mientras sonaban las guitarras de la «peña» en la plazoleta, le hice la última nota y le saqué la última foto.
Eh aquí la misma:
Pasó un nuevo 2 de abril y pasaron 41 años del conflicto bélico del Atlántico Sur. Y cada día, la ciudad, tienen más presente a sus héroes, a sus ex combatientes y a los veteranos de guerra.
Tras la vigilia del 2 de abril, Eusebio Romero, padre del desaparecido, Cabo 1º Daniel Romero, habló y volvió a destacar la legítima soberanía del país, sobre las Malvinas.
«El 2 de abril, se siente siempre. Lo que me pasó y le pasó a muchos como perder un hijo, no se olvida nunca. La vida sigue, el mundo sigue y esperemos que los argentinos recuperemos algo que es nuestro como Las Malvinas», señaló.
«Chacho», remarcó: «Lo que nos pasó a nosotros le pasó a mucha gente. Es muy, muy duro. Los actos y los reconocimientos ayudan a pasar esto de otra manera. Las Malvinas son argentinas. Nos las quitaron pero cuando la fuerza le gana a la razón es que algo se está perdiendo. Como la conciencia política del mundo».
Y agregó: «Yo quiero agradecer todo esto que vivimos en El Trébol, porque es muy importante para nosotros».