RECUERDO DEL DÍA NACIONAL DE LA MEMORIA, POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA – Por Esteban De Loerenzi

Hoy se cumplen 47 años del más atroz de los golpes militares del siglo XX que debió soportar la República Argentina. Fue, sin dudas, el horror que marcó nuestra historia.
El alzamiento contra las instituciones de la democracia perpetrado el 24 de marzo de 1976 se dio en uno de los pocos países del Cono Sur Americano que mantenía en ese entonces un régimen democrático. Recordemos que tenían vigencia las dictaduras de Banzer en Bolivia, Geisel en Brasil, Pinochet en Chile, Stroessner en Paraguay y Bordaberry en Uruguay. Golpe sostenido y preparado por el poder militar, los Estados Unidos en el contexto de la Doctrina de Seguridad Nacional y el establishment.
No es la oportunidad para hacer un juicio de valor sobre ese gobierno electo por las urnas en 1973, pero sí, es preciso señalar que esa represión política había comenzado antes del Golpe (Fuerza de choques gubernamental como las “Tres A”, operativos militares, etc.). Recordemos que el jefe de la organización montonera, que se alzó inicialmente contra un gobierno democrático, a través de uno de sus cabecilla Mario Eduardo Firmenich, reconoció varios años después: “No hicimos nada para impedir el derrocamiento del gobierno, porque – en suma- también el golpe formaba parte nuestra la lucha interna”.
Lamentablemente recuerdo que gran parte del país, no teniendo un conocimiento real de lo que significaba este nuevo derrocamiento de las autoridades democráticamente elegidas, observó con simpatía el movimiento revolucionario.
Recordemos que si no se estabas de acuerdo con el Gobierno de ese entonces, sólo faltaban seis meses para que el pueblo eligiera democráticamente a sus nuevos gobernantes.
Algunos dirigentes políticos procuraron generar vínculos con las autoridades dictatoriales. Incluso el Partido Comunista en un principio realiza un “apoyo crítico al gobierno de Videla. Argumentando que el sector militar que representaba éste era la línea más blanda y conciliadora, a diferencia de otros generales “fascista” o “pinochetistas”.
Por ello, y en recuerdo de mis años juveniles, y de nuestra lucha pacífica contra la dictadura a través del movimiento cooperativo, no quería dejar pasar por alto este recuerdo hacía todas las víctimas y desparecidos de los repudiables actos de violencia que soportamos durante esos siete nefastos años.
En recuerdo a esa época de confrontación con los sangrientos usurpadores del poder, me tomo la libertad de acompañar cinco fotografías, de algunos de los actos que participé haciendo uso de la palabra, entre ellos, uno en 1978 en la ciudades de Rosario (Estadio cubierto de N. O. B.) y, la otra, con motivo del 61º Aniversario del Día Internacional de la Cooperación en EL Luna Park de la ciudad de Buenos Aires.
Con todo respecto, exhorto a los jóvenes que este nefasto acontecimiento los impulse a participar de las instituciones políticas y sociales, para posibilitar el afianzamiento de nuestra democracia, que con tanto sacrificio pudimos reconquistar hace 40 años. La DEMOCRACIA NO SE DECLAMA: SE EJERCE.
Argentina tiene el honor de ser el único país en juzgar, a través de las instituciones democráticas, condenar a nueve comandantes en jefe que se despeñaron durante ese proceso que violó gravemente los derechos humanos y las instituciones de la democracia.
De allí, mi permanente reconocimiento al coraje cívico del ex presidente Raúl Alfonsín, al trabajo de la CONADEP, al desempeño de la Cámara Judicial y a los Fiscales que intervinieron en el proceso judicial.
Afiancemos, de una vez por todas, una ARGENTINA DEMOCRÁTICA Y EN UNIDAD, RESPETANDO LA DIVERSIDAD DEL PENSAMIENTO POLÍTICO Y DESTERRANDO PARA SIEMPRE LA VIOLENCIA. Pues, quien piense distinto no es un enemigo, sólo el diálogo y la comprensión nos permitirá forjar ese país que soñaron los hombres de nuestra independencia. Breguemos por la UNIDAD, con estricto respeto por LA DIVERSIDAD IDIOLÓGICA. Un país se construye entre todos y no con parcialidades que se consideran «iluminadas».
En definitiva: “NUNCA MAS” a la violencia, provenga del Estado de Facto o de grupos subversivos. Transitemos una Argentina justa, prospera y solidaria.