No fue un gran premio más, el del RCA en María Susana. Porque era el coronación, pero sobre todo, porque en el atardecer del sábado, se vivió un momento muy especial.
La fiscalizadora del rally del Centro Argentino y la localidad de María Susana, le rindieron un sentido homenaje al corredor de Villa María, Eduardo Capelletti, quien falleció el pasado 28 de octubre, luego de lidiar con un fuerte accidente en a bordo de su arenero en La Tordilla, Córdoba.
Cappelletti, famoso en el mundo tuerca por su afición al mundo del rally, había entablado una fuerte relación con la localidad santafesina de María Susana, en poco tiempo. Bastaron sólo tres fechas en María Susana, para que el villamariense lograra cosechar una gran amistad con el presidente de la Comuna, Omar Arce y su gente.
Tras el fallecimiento, los familiares de Eduardo, se contactaron con Arce y la transmitieron su voluntad, de que, una parte de los restos del corredor, descansaran en el cementerio de la localidad.
Una particularidad importante, es saber, que el cementerio susanense, está emplazado a metros de donde, habitualmente se corre el Súper Prime del Rally del RCA.
Emoción, aplausos y el “dale campeón”
El sábado, tras la primera jornada del rally en María Susana, un nutrido grupo de aficionados, corredores y la familia de Cappelletti, se reunieron en el cementerio de la localidad. Arce, había hecho preparar un monolito, a escasos seis metros de donde pasa la chicana del prime. Allí, con profunda emoción, se depositaron, en una urna blanca, los restos de Cappelletti.
Hubo gritos de “Dale campeón” y su hijo Emanuel, hizo rugir el arenero de su padre. Un rato después, también se subió al vehículo, su hermano Héctor, de un parecido asombroso con el desaparecido piloto. Rugió el motor, rugió fuerte y se escuchó más allá de esta tierra.
La ceremonia, se extendió por casi una hora, en la que abundaron los abrazos, las banderas y las anécdotas sobre Cappelletti.
“No tengo más que palabras de agradecimiento hacia Omar Arce y la Comuna de María Susana. Cuando lo llamé, ni lo dudó. Creí que me iba a hacer un lugarcito en el cementerio, pero armó un espacio increíble para depositar los restos de papi. Creo que fue nuestra mejor decisión”.