Entidades agropecuarias reclaman que el gobierno provincial decrete el estado de emergencia y desastre por la sequía. Sara Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), dijo que la situación “es muy grave” y que el sector necesita “facilidades financieras y tributarias” para atender sus obligaciones.
En declaraciones al programa «El primero de la mañana» de LT8, explicó que “los informes técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) demuestran que la situación es muy grave, además de lo que constatan día a día los propios productores”.
“A raíz de esto, y como no obtuvimos respuestas de los funcionarios provinciales con los que estuvimos reunidos, hemos presentado por Mesa de Entradas de Gobernación una carta directa al gobernador para que tome cartas en el asunto y realice los trámites pertinentes para declarar la emergencia de la provincia a nivel nacional” a raíz del problema climático, precisó Gardiol.
Asimismo, destacó que lo que pretenden las entidades del campo desde el punto de financiero “es poder rever cómo se pueden atender las deudas», y explicó: «Desde el aspecto tributario, pedimos al gobierno la no exigencia de impuestos o cursar pedidos por parte de la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos) si hay gente que se ha demorado, y si las circunstancias lo ameritan, que no retiren el capital de trabajo existente de manera de que se puedan atender las obligaciones que existen con el Estado, pero previamente con los proveedores y con el personal con que el que se trabaja, de manera de poder seguir generando recursos”.
“La idea es no extraer recursos que podrían ir a la producción. Nos imponen cláusulas que no tienen ningún sentido productivo”, agregó Gardiol.
Por último, la titular de Carsfe señaló que “la carga tributaria no da tregua», y añadió: «Cuando se discute el Presupuesto hay un artículo que quita las posibilidades del derecho de exportaciones. Debería haber una disminución programada de los derechos de exportación o retenciones, porque son una deformación de los precios. La no intervención en el mercado. La no constitución del fideicomiso como existe en el trigo. Son todas deformaciones, que generan cambios en los precios y se pierde competitividad para el productor”.
Fuente: Uno Santa Fe