El gobernador Omar Perotti está decidido a adelantar las elecciones provinciales del año próximo. La estrategia del jefe de la Casa Gris, a plasmar en un decreto de acá a diciembre, ya fue experimentada cuatro años atrás en territorio santafesino y consiste en separar los comicios locales de los nacionales (en esta oportunidad tomando distancia de una interna oficialista sin tregua). Por eso, el plan del rafaelino contempla las primarias —Paso— en abril y las generales en junio de 2023. Y el cierre de listas en febrero.
Desde principios de año, y en función del revés en las urnas de 2021 y el crecimiento de la crisis política y económica, los gobernadores vienen estudiando la posibilidad de despegar las elecciones provinciales de las nacionales para, de ese modo, no poner en riesgo eventuales victorias comarcales.
En esa línea de razonamiento, la continuidad de la caída en imagen del gobierno de Alberto Fernández, a la par de elecciones unificadas, podría ejercer un efecto arrastre perjudicial para las pretensiones de los mandatarios provinciales. En Balcarce 50 lucen resignados frente a los probables desdoblamientos de citas en las urnas.
Por eso, Perotti, quien el fin de semana pasado reforzó sus diferencias con la Casa Rosada por su confrontación con el sector agropecuario, buscará desmarcarse del calendario electoral nacional.
Tanto en los pasillos de la Gobernación, como entre referentes de peso del peronismo santafesino, deslizaron ayer a La Capital que el rafaelino irá por la separación de los comicios en 2023, proyectando las primarias para abril y las generales para junio. En ese esquema, el cierre de listas operará en febrero.
“Por un lado, no es novedad en Santa Fe el distanciamiento de los comicios. Y, si bien es una estrategia que preservaría las aspiraciones del justicialismo provincial, también permitiría afinar nombres a tributar para la competencia a nivel nacional”, añadieron en la vereda oficialista.
Lo cierto es que un cierre de listas en febrero actuará como acelerador de los tiempos de construcción de la oferta electoral peronista y de la oposición en Santa Fe. Un mes atrás, el oficialismo provincial logró reunir a todas sus tribus y dio por concluida la fase de catarsis que detonó la derrota en las urnas del año pasado.
Al respecto, el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera, fue optimista a futuro en base a algunos puntos de coincidencia entre sectores abiertamente enfrentados pocos meses atrás.
Pero, a la par de los nombres, habrá que definir el formato en el que el PJ provincial dará pelea en los próximos comicios. Si bien en 2019, cuando recuperó la Gobernación tras doce años de administración del Frente Progresista, lo hizo bajo el sello de Juntos, Perotti recela de ir a votación portando la bandera del Frente de Todos (FdT).
Historial
A fines de 2018, las elecciones provinciales fueron convocadas para el año siguiente de modo adelantado a las nacionales: las Paso, el 28 de abril, y las generales el 16 de junio.
El entonces mandatario santafesino, el socialista Miguel Lifschitz, fue el encargado de rubricar el decreto de llamado a los comicios a gobernador, legislador provincial, intendente y concejal. Y alambró el territorio frente a una puja nacional monopolizada por el FdT y Cambiemos.
La Nación, en tanto, había establecido para 2019 que las primarias se celebraran el 11 de agosto y las generales, el 27 de octubre.
Para 2021, ya gobernador de Santa Fe, Perotti convalidó las elecciones unificadas. Es decir: los comicios locales (210 concejales, 14 intendentes y 306 presidentes comunales) en simultáneo con el calendario nacional.
El domingo 12 de septiembre se realizaron las Paso, mientras que el 14 de noviembre tuvieron lugar las generales.
Fuente: La Capital
