La siembra de trigo padece una complicación determinante: falta de humedad. El área de siembra prevista para la zona de El Trébol y sus alrededores, se ve frenada dado a que las condiciones de suelo no son óptimas.
Si bien alrededor de un 60% de la siembra prevista se pudo concretar, aún restan decenas de hectáreas a la espera de una lluvia que destrabe la situación. “La mayoría de los lotes fueron sembrados en óptimas condiciones; aunque los últimos se hicieron al límite de humedad. Pero la realidad es que aún resta un alto porcentaje por sembrar y se depende imperiosamente de una lluvia, la cual, por el momento, no está anunciada”, comenzó explicando la Ing. Agrónoma María Alejandra Passerini, desde la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada.
El panorama es complejo y a corto plazo, no se vislumbran lluvias. “Aquellos productores que no pudieron sembrar, deberían ir pensando en cambiar la variedad de semilla, apostando a ciclos de trigo más cortos, los cuales se pueden sembrar hasta fines de mes o principios de julio”, agregó la profesional.
Acerca de los resultados que suelen arrojar los diferentes ciclos, la ingeniera sostuvo: “Por lo general, no se aprecian grandes variables de rinde en los diferentes ciclos. Sucede que en nuestra zona, no estamos acostumbrados a ciclos cortos, dado que no se suelen tener inconvenientes de humedad como está pasando en esta oportunidad”.
Más allá de las diferentes variables que todavía existen para quienes mantienen la intención de siembra de trigo, Passerini contó: “Hoy, el productor, ante este panorama de falta de humedad, se ve desalentado y en la medida que pasan los días, las intenciones de siembra en los lotes restantes se va desvaneciendo. De hecho, los pronósticos no son alentadores: se habla de una tercera ‘niña’ consecutiva, lo cual lleva a que el productor no esté dispuesto a arriesgar”.