Alejandra Castelano fue una de las personas que perdió todo con la tormenta del pasado 16 de enero.
El techo de su vivienda y el de su mamá se volaron con los vientos huracanados y terminaron, insólitamente, arriba de un árbol.
Una semana después de lo ocurrido, mientras la municipalidad sigue trabajando en el lugar tratando de recuperar parte de lo que se voló, Ale dialogó con este medio: «Fue un domingo tremendo. Sentí una gran impotencia y no esperaba que pase esto. Yo estaba trabajando en tránsito y ayudando a otros con ramas caídas y árboles, en medio de la tormenta. Recibí la llamada de un vecino que me contó que el techo mío y el de mi mamá se habían volado».
Sobre el caso puntual del domicilio de castellano, en calle Entre Ríos y JJ. Paso el trabajo del municipio apunta a bajar el techo sin complicaciones y tratar de salvar todas las chapas posibles para poder reutilizarlas.
«La Municipalidad me está dando una mano grande y los vecinos también. Me falta un ropero, una cama y algunas cosas más, pero todo se consigue. Veré cuando vuelvo a mi casa pero para mí será en unos 4 meses. Por ahora vivo de una amiga porque hay que ver como está la estructura», señaló la damnificada.
Y agregó: «El personal de la Municipalidad está viendo como recuperar el techo porque cayó de una manera rara y produjo muchos daños. Espero volver a vivir ahí en otoño».