Por Ruben Adalberto Pron
La etapa iniciada con las elecciones de 1958, con el radicalismo partido entre la UCR del Pueblo y la UCR Intransigente que había logrado algunos acuerdos mínimos con el peronismo proscripto, le dio a Arturo Frondizi la presidencia de la República y al industrial José Príncipe la titularidad de la Comuna.
Fueron los tiempos de la “democracia tutelada” por las Fuerzas Armadas, que derrocaron a presidentes, gobernadores y autoridades comunales cada vez que quisieron.
Desde 1958 el gobernador de la provincia fue Carlos Sylvestre Begnis, quien cayó junto con el gobierno nacional en 1962. Pero en 1961 había conseguido que la convención reformadora que él había convocado sancionara la Constitución provincial de 1961, que es la que rige desde entonces en Santa Fe.
Esta carta magna provincial introdujo cambios significativos en el Poder Legislativo, especialmente en lo relativo a la conformación de la Cámara de Diputados, y acabó con el sistema de las Jefaturas Políticas departamentales, pero no modificó sustancialmente el régimen municipal, salvo que las Comisiones de Fomento pasaron a denominarse Comisiones Comunales y que los intendentes de Santa Fe y Rosario, hasta entonces designados por el Poder Ejecutivo provincial, pasaron a ser electivos.
En El Trébol el nuevo presidente comunal era desde 1960 Marcelo Baudino, quien fue reelecto en 1962 y quedó como comisionado interventor luego del derrocamiento de Frondizi y la destitución de Sylvestre Begnis.
Baudino había llegado al cargo como candidato de la UCR del Pueblo, y en 1963 le pasó la posta al médico Fernando Degano, quien asumió al mismo tiempo que el presidente Arturo Illia.
Reelegido en 1965, Degano siguió al frente de la Comuna hasta 1966, cuando otro golpe de estado, esta vez encabezado por el general Juan Carlos Onganía, se hizo del gobierno nacional, intervino la provincia y removió a las autoridades municipales.
El interventor designado para El Trébol fue David Miguel Miles, quien ya se había postulado en elecciones para ese cargo, aunque sin éxito, por el Partido Demócrata Cristiano.
Miles renunció en septiembre de 1969 pero recién fue relevado en enero de 1970 por el martillero Eligio Bartolelli, conocido militante del Partido Demócrata Progresista.
El gobierno de la dictadura ya había repuesto la denominación de “presidente comunal” para sus representantes locales hasta entonces nombrados como interventores o “comisionados”, pero ello no podía ocultar que, aun siendo vecinos respetables y administradores prudentes, fueran autoridades legitimadas por el voto popular.
La restitución democrática
Las elecciones del 11 de marzo de 1973 devolvieron a la ciudadanía el derecho de elegir a sus gobernantes.
La retirada del último representante de la dictadura de la “Revolución Argentina”, Alejandro Agustín Lanusse, había sido apurada por la constitución de La Hora del
Pueblo, el compromiso sellado por Juan Domingo Perón con el radical Ricardo Balbín y otros líderes políticos para respetar el pronunciamiento de la voluntad popular.
Al frente de la Comisión Comunal de El Trébol fue elegido el justicialista Alberto Juan Aguirrezábal, secundado como vicepresidente –en consonancia con el caudal de votos cosechado por cada partido– por el radical Marcelo Baudino.
“Poroto” Aguirrezábal renovó mandato en 1975 pero el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976, que dio inicio a la dictadura genocida que se prolongó hasta 1983, volvió a colocar interventores en el gobierno local.
El primero fue el suboficial de Aeronáutica retirado Evard Salamano, quien tras un interinato de sólo tres días a cargo en la administración comunal de José Isidro Cerchio, se mantuvo en el gobierno del municipio hasta septiembre de 1981.
En sucesivas gestiones lo reemplazaron el farmacéutico Héctor J. Ascorti y Elevio Moresco, hasta que la recuperación democrática de 1983 ubicó en el cargo de primer mandatario comunal al radical Ángel Mateo Rossi
