Por Ruben Adalberto Pron
A escasas horas de la asunción de nuevas autoridades en el municipio parece pertinente repasar cómo y por quiénes fue gobernado El Trébol desde que el gobierno santafesino designó, por decreto del 17 de abril de 1894, a quienes debían integrar su primera Comisión de Fomento, como se llamaba entonces el órgano administrativo de las localidades de su jurisdicción con excepción de la capital provincial y la ciudad de Rosario.
La creación de la comuna había sido solicitada por The Argentine Land and Investment Co. (o Compañía Argentina de Tierras e Inversiones), empresa británica creada para lotear y vender los campos que iba adquiriendo la del Ferro Carril Central Argentino para extender sus ramales por el país. Con sede en Londres, esta firma no pagaba impuestos en el país y servía para que las ganancias del negocio inmobiliario no ingresaran al balance de las de la compañía ferroviaria, lo que le hubiera hecho perder las ventajas económicas que el gobierno nacional le había otorgado al concederle la construcción de la línea troncal Rosario-Córdoba y las que de ella se despredían.
La Compañía de Tierras, como se la conoce, era la que había loteado el pueblo y colonia El Trébol, que en la planta urbana tenía como límite norte la calle Río Negro, y como la jurisdicción que se le otorgó incluía los loteos del Pueblo Tais y el pueblo Passo, éstos dos quedaron de hecho subsumidos en los de la flamante comuna.
Como medida salomónica, los designados para integrar la Comisión de Fomento eran vecinos establecidos en cada uno de los tres loteos originarios: Manuel Lozada, que sería el primer presidente comunal, vivía en el pueblo Tais; Miguel Bosio, con negocio en bulevar América y Santa Fe, en El Trébol, y Guillermo Argüello acreditaba residencia en el pueblo Passo.
Nombrados a dedo
Los miembros de la Comisión de Fomento fueron, hasta 1913, designados por el gobernador de turno por recomendación de sus representantes en el territorio, titulares de la Jefatura Política de cada departamento, quienes eran además los que sugería el nombre de los candidatos a ocupar el Juzgado de Paz de cada localidad y disponían quién sería el comisario de policía de cada lugar.
Las comisiones de Fomento tenían tres miembros en localidades como la nuestra y eran ellos mismos quienes se repartían las funciones de presidente, vicepresidente y tesorero.
En el Trébol Lozada fue secundado por Bosio como vicepresidente mientras que Argüello tomó a su cargo la tesorería.
Los presidentes comunales no electivos fueron diecisiete hasta 1913, en comisiones que duraban lo que decidiera la autoridad del departamento –no existía un tiempo de mandato establecido–, sujetas también a los avatares de la situación política en la provincia.
La primera Comisión de Fomento local quedó constituida el 5 de mayo de 1894 y Lozada renunció poco más de un mes después (el decreto provincial de aceptación es del 27 de agosto) y fue sucedido por el comerciante Leopoldo Sacerdote, aunque volvió al cargo en 1895 y tendría una nueva designación en 1895 y una tercera en 1897.
En el medio presidieron la comuna el sacerdote Dimas Mateo, el médico Julio Vernazzi y el comerciante Adriano Bantle, destituido por sus compañeros de comisión tras ser denunciado por favoritismo y discriminaciones en la distribución de las semillas de trigo que el gobierno provincial enviaba para ser distribuidas entre los agricultores.
A la última gestión de Lozada le sucedieron las de Mauricio Zückerberg, el boticario Ludovico Bonaudi, Eduardo Magliotti, Pedro Branciforte di Leonforte, Francisco Mayetti, Tomás Albino, el hotelero Celestino Cassone, Victorio De Lorenzi, el hacendado Enrique Miles, el agente inmobiliario (representante local de la Compañía de Tierras) Santiago Rossini, el comerciante Francisco Racciatti y el español Guzmán de Viana.
