En la noche del viernes, el local de blanco hogar «Habitar» sufrió una rotura de la vidriera principal.
El negocio, que se ubica en Juan Francisco Seguí 905 de El Trébol, terminó con los vidrios hechos añicos y esta vez no fue ni por manos dañinas ni por un delito contra la propiedad.
«Me encontré con esta situación. Mi mamá me llamó a la noche para decirme que dos perro peleando me rompieron la vidriera. No es la primera vez que pido por los perros que están en la calle. Hay que tomar una medida porque en esta cuadra se ve a chicos que los muerden o personas que se caen por los perros que están sueltos», señaló a este medio Abigail Arcando.
La propietaria de Habitar manifestó: «Voy a ir a hablar con al jueza de Faltas para hacer el reclamo. Cambiar el vidrio me salió mucho dinero y más en esta época de pandemia en la que hay que cerrar mucho antes. El costo económico fue muy grande».
Finalmente, esa noche, la familia Giordano – Arcando, pudo bloquear el ventanal hasta que el sábado le cambiaron el vidrio. «Creo que de una buena vez el municipio se tiene que hacer responsable de los perros que hay en la calle. Yo no tengo nada en contra de los perros, pero tienen que estar en una casa con sus dueños, no sueltos en la calle, porque pasan estas cosas».
