El pasado martes, en la ciudad de Perez, quedó detenido por las fuerzas de la Agencia de Investigación Criminal Distrito San Martin- (AIC), Marcos J.B., de 43 años, domiciliado en Cañada Rosquín, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado.
La víctima, es una menor de Cañada Rosquín, aunque no abunda la información sobre el hecho y desde fiscalía aún hay un fuerte hermetismo.
El operativo se llevó a cabo a las 13.30 hs. en la que se aprehendió al imputado, bajo las órdenes del Fiscal, Dr. Carlos Zoppegni – UFI 150 de San Jorge- quien dio conocimiento al fiscal de la jurisdicción de Pérez, Dr. Santana.
Tras su detención, Marcos J.B. fue trasladado a la alcaidía de la Unidad Regional XVIII de la ciudad de Sastre.
Antecedente de magnitud
Este sujeto, de 43 años, tienen al menos, un antecedente de renombre a nivel judicial. Marcos B. participó del crimen de Alberto Burdisso, perpetrado en la ciudad de El Trébol en el año 2008, que por su alevosía, tomó relevancia nacional.
Junto a otros tres sujetos, fue acusado del siniestro asesinato de «Burdi», como lo llamaban cariñosamente en El Trébol.
Burdisso tenía 60 años en 2008 y vivía solo en su casa de calle Corrientes al 400. No tenía familiares directos ya que su hermana había desaparecido en la época de la dictadura militar. Por esa pérdida, Burdi, como lo conocían sus compañeros, cobró hace dos años una indemnización del Estado de 240 mil pesos. Con ese dinero compró una casa, un auto, moto y otros bienes muebles.
Burdisso se había rodeado de una serie de marginales, muchos de ellos con antecedentes penales, quienes lo entornaron para obtener réditos de la indemnización.
Estuvo 20 días desaparecido, hasta que fue encontrado sin vida, en el fondo de un viejo aljibe de una tapera de la zona rural, al nordeste de la ciudad, con todo el brocal encima.
Estudios posteriores, determinaron que Burdisso fue arrojado con vida en el pozo y que literalmente fue enterrado vivo. Alberto había sufrido un principio de asfixia y fuertes golpes en la cabeza, pero murió dentro del pozo. Lo habían llevado a ese campo engañado, con el propósito de buscar leña.
El hecho, conmocionó a la ciudad de El Trébol, que durante 20 días, mantuvo una vigilia, que incluyó masivas marchas a la Plaza San Martín, pidiendo justicia.
Su despedida final, fue acompañada al cementerio local por un cortejo de más de 20 cuadras.
La condena
La justicia dictaminó en ese entonces, que, por el asesinato de Alberto José Burdisso en 2008 en El Trébol, Gisela Córdoba y Marcos Brochero debían cumplir veinte años de sentencia, mientras que Juan Huck, en ese entonces de 70 años, tenía que estar tras las rejas siete años. Sin embargo, Córdoba y Brochero salieron antes. A Huck le fue otorgada la prisión domiciliaria y luego falleció.
Foto: gentileza San Jorge Virtual