La evasión equivale a un año de ingreso oficial del complejo aceitero y cerealero (u$s 21.000 millones anuales o 4,4 puntos del PIB). La marina mercante argentina solo transporta y controla el 2% de toda la carga por esta vía fluvial.
Cerca del 20 por ciento de las ventas argentinas de granos y productos derivados oleaginosos al mundo no se declara en el país y la Hidrovía es el principal canal de esa evasión. El contrabando por agua se hace a través del traspaso de carga desde buques argentinos o puertos no habilitados hacia barcazas cargueras de remolcadores paraguayos. La privatización de los puertos en manos extranjeras facilitan este tipo de pasa mano ilegal, que, en conjunto, representan un monto equivalente al ingreso oficial del complejo aceitero y cerealero (unos 21.000 millones de dólares anuales; equivalente a 4,4 puntos del PIB).
El Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE), que conduce Marisa Duarte, y Proyecto Económico, a cargo de la economista Fernanda Vallejos, realizaron un demoledor informe, sobre la situación de la Hidrovía, en el que revela la pérdida económica que implica tener en poder de empresas privadas el manejo y control de los puertos en aguas argentinas.
La Hidrovía conecta a la Argentina, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil, siendo el segundo corredor natural en Sudamérica y uno de los más extensos del planeta. Además de la producción primaria, la diversificación de actividades de agregación de valor, como plantas industriales, instalaciones logísticas, puertos y terminales especializadas cambiaron el perfil productivo de la región. Esto permitió la exportación de harinas y aceites vegetales en volúmenes muy significativos, que ubican a la Argentina como uno de los principales proveedores de estos productos en el mundo. Pero también le otorgó ventajas competitivas a Brasil y Paraguay por su uso.
«La marina mercante argentina sólo transporta el 2 por ciento de toda la carga por esta vía fluvial. En tanto, el 90 por ciento de este tráfico se embarca por la flota paraguaya mientras que el 8 por ciento restante, tanto contenerizada como a granel, se reparte entre firmas uruguayas y bolivianas», señala el informe.
LOS DUEÑOS DE LA HIDROVÍA
Hasta 1992 era la Administración General de Puertos quien gobernaba en forma centralizada todos los puertos marítimos y fluviales, mantenía los canales, en dragado y señalización, de la red troncal y todos sus accesos, desde el Puerto San Martin hasta el Océano, poniendo en valor todos los puertos desde Formosa a Bahía Blanca. Fue con la sanción de la Ley Nacional de Puertos Nº 24.093 que se produjo la atomización del sistema nacional centralizado, en múltiples organizaciones provinciales, como paso previo para su privatización y/o concesión. Tres años después de la sanción de esta norma, se decide adaptar una ruta sobre el Río Paraná y se concede su explotación a un consorcio conformado por la empresa nacional EMEPA SA y por la empresa de origen belga Jan de Nul Group.
En la actualidad el consorcio tiene proyectos en el puerto de Bahía Blanca, Quequén, y la apertura del riacho Barranqueras, en Chaco, el que persigue la integración de los puertos de Barranqueras y Las Palmas al sistema ferroviario Belgrano Cargas y al sistema de cargas multimodal. Además tiene proyectos propios, que involucran la clasificación de arena para Vaca Muerta, por diez millones de dólares y la incursión en la generación de energía renovables, revela el informe de IADE y Proyecto Económico.
La Argentina cuenta con alrededor de 70 puertos fluviales y marítimos dedicados a la actividad comercial. La mayoría de ellos son de uso privado y de propiedad de empresas exportadoras vinculadas con distintos sectores de la economía. Los principales concesionarios son Cargill, Glencore (bajo su controlada Oleaginosa Moreno y Renova), la empresa china Cofco, las estadounidenses Bunge y Louis Dreyfus y las privadas nacionales Molinos Agro, de Pérez Companc, y AGD, presidida por Roberto Urquía.
Los puertos más importantes son Rosario, Buenos Aires, La Plata, San Lorenzo, Santa Fe, Campana, San Nicolás, Goya, Reconquista, Barranqueras, Formosa, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. El 50 por ciento de la jurisdicción de la Hidrovía se encuentra en manos de la Argentina. De tal manera, «la Argentina afronta el costo del dragado y el balizamiento a través del Presupuesto Nacional, pero el negocio del flete lo hacen buques de banderas extranjeras», detalla el relevamiento que contó con la asesoría del periodista Mempo Giardinelli y del grupo El Manifiesto Argentino.
Fuente El Destape