Los hechos vandálicos en las calles eran una moneda frecuente en las grandes urbes, pero de esos tiempos, ya queda poco y nada.
Este tipo de tristes episodios, también comenzaron a verse en los pueblos del interior, donde la «pandemia del deterioro social» también llegó para quedarse.
Este miércoles, la gran víctima de estos hechos aberrantes, fue el pintoresco Carlos Pellegrini, situado en el corazón del centro oeste santafesino. Se trata de una urbe de 7000 habitantes, de calles limpias y espacios públicos hechos con amor y buen gusto.
Desde hace un año, la localidad luce orgullosa, en el predio de pleno centro, las letras gigantes con el nombre «Carlos Pellegrini».
Sin embargo, lo absurdo, los vandálico, lo destructivo, también llegó hasta allí.
La noticia trascendió cuando la presidenta comunal de Carlos Pellegrini, Marina Bordigoni, escribió un mensaje en sus redes sociales, haciendo alusión a la rotura del monumento de las letras “Carlos Pellegrini”, ubicadas en el predio del ferrocarril de esa localidad.
Una de las letras, como se ve en la foto, fue totalmente dañada, doblada y claro, eso no se hizo solo, sino que tiene la autoría de alguna mano delincuente que desprecia el esfuerzo y el trabajo de su propia comunidad.
“Que triste es ver que todos hacemos lo imposible por nuestro pueblo, para q sea orgullo del departamento, porque nacimos, nos criamos y queremos verlo crecer. Pero parece que no todos pensamos y sentimos lo mismo”, afirmó la máxima autoridad.
“Lo que hacemos es gracias al aporte de todos los pellegrinenses, al esfuerzo de todos. No pido mucho, solo que cuidemos lo que tenemos y lo que con mucho esfuerzo fuimos logrando”, cerró Bordigoni.
Triste, muy triste. 
