BORDIGONI – «No pasa por tirar a los chicos en un lugar, los controles hay que seguir haciéndolos»

Con ciudades organizando espacios para festejos de los jóvenes y otras restringiendo sectores públicos para evitar la utilización de los mismos, la polémica de entre crear un lugar para la juventud o que se sigan haciendo fiestas clandestinas en la zona urbana crece.

San Jorge busca legislar una ordenanza para restringir el uso de espacios públicos y parques a partir de ciertas horas, Carlos Pellegrini organiza un pub a cielo abierto en el Club San Martín con protocolos y Sastre sugiere no organizar fiestas dentro del radio urbano y suburbano. Por su parte, El Trébol abrirá el predio del ecológico para las noches del 24 y el 31 para los jóvenes.

Desde su despacho en la comuna de Carlos Pellegrini, la Presidenta Marina Bordigoni manifestó: «Hace rato que venía insistiendo en buscar un lugar para los jóvenes y la Fundación San Martín es Cultura se hizo eco de la preocupación que teníamos, encontramos un espacio y desarrollamos la primera experiencia que fue muy exitosa, con 350 chicos, barra de tragos, pantalla gigante y música».

El evento se realizó en el parque del Club San Martín. «Se valló el predio y los chicos entraron con una tarjeta magnética. Nada fue agarrado de los pelos, había seguridad privada, los inspectores y la policía patrullando por afuera porque no puede controlar estos eventos».

El evento fue hasta las 4 de la mañana. La Comuna no realizará actividades el 24 pero sí el 31, en el mismo lugar, con bandas en vivo y regalos para la juventud. «Queremos hacer algo atractivos para que los chicos no se vayan a otros pueblos o a fiestas clandestinas».

ETD – Lograron controlar el tema de las fiestas no permitidas?

«No se realizaron más fiestas clandestinas acá pero sí sabemos que las hay camino a Cañada Rosquín. Nosotros tratamos de que los chicos no se suban a motos y vayan hasta esos lugares».

Y argumentó: «En el Comité de Crisis pedí que cada localidad haga algo creativo para que los jóvenes se queden en su pueblo pero si en una localidad hacemos algo abierto para todo el departamento, todo se hace muy difícil. No pasa por tirar a los chicos en un lugar, los controles hay que seguir haciéndolos».