Este fin de semana, a pesar de la extensión horario para que los jóvenes puedan disfrutar de la nocturnidad, las fiestas clandestinas se registraron en distintos puntos del departamento.
Una de ellas tuvo lugar en la zona rural de El trébol, con participación de gente de la ciudad y de otras localidades, que dejó algunas denuncias e imputaciones ya que circularon imágenes por las redes.
Esta situación, despertó la indignación de una médica de Piamonte, Ana Cecilia Barreto que actualmente tiene COVID positivo y que según su relato, se contagió trabajado y ayudando a una gran cantidad de personas que atraviesan el virus.
En una publicación vía Facebook hizo su descargo, entre bronca y dolor por la situación, dejó algunas palabras que fueron respaldadas por un sinfín de comentarios adhiriendo a la misma.
Las palabras
“Estoy indignada. Aislada. Contando los días para volver a acompañar a mis compañeros de trabajo ya que en este momento somos 3 los médicos afectados en el pueblo por esta enfermedad”.
“Infecté a mis hijos. Me tocó acompañar gente escuchando padecer a través del teléfono esta enfermedad. Me tocó trasladar gente a UTI y en su agonía, mezclada con lágrimas, me pedían que no los deje morir. Me tocó volver más de una vez de la guardia y llorar sintiéndome impotente de la situación que estamos pasando, pero nada desgasta más que esto”.
“Cuando esta mañana vi esta foto publicada, solo me hizo reflexionar, ¿Vale la pena tanto sacrificio? Hace menos de 15 días me infecté y obviamente no tengo las anticuerpos. ¿Vale la pena seguir?
“No estamos luchando contra una enfermedad sino contra el egoísmo y la falta de empatía de la gente. ¿Era necesario el aglomeramiento? A mí se siguen pesando las 10 personas que ya no están con nosotros. Es muy triste y me da vergüenza ajena. Gracias a estos jóvenes por hacerme repensar si vale la pena tanto esfuerzo.