Las fiestas clandestinas de jóvenes que se organizan en caminos rurales de El Trébol y la región es un tema que hoy está en la agenda de los funcionarios de cada pueblo y ciudad.
Los ocho meses de confinamiento terminaron por romper en pedazos cualquier tipo de medidas sanitarias y cuidados de los que se hablaba allá por marzo o abril. El agotamiento de la población que entre cuatro paredes, perdió la libertad de acción, hizo que de a poco, se comenzara con la transgresión, casi lógica, de muchas acciones de cuidado por el covid 19.
Una porción de la sociedad, la de los adolescentes y jóvenes, que durante meses no pudo cursar el año escolar, no asistió a los clubes ni salió los fines de semana en busca de diversión, empezó a expresarse con una lógica rebeldía: Las fiestas en lugares fuera de la vista de inspectores y autoridades, también llamadas “fiestas clandestinas”.
Más allá de la preocupación en tiempos de pandemia por este tipo de eventos, existe la sensata comprensión de la situación. Jóvenes, adolescentes, chicos y chicas, en plena edad de salir, con la prohibición ante sus ojos, de todo tipo de acción, que va desde el pupitre en el aula, el partido del sábado por la tarde y, lógicamente, el boliche de las horas nocturnas.
La problemática llegó a El Trébol y con ello, la necesidad de acción por parte de los funcionarios locales.
Desde el Bloque de Concejales de la UCR, la Dra. Natalia Sanchez razonó: “Los jóvenes tienen hormonas, mucha energía y fueron muchos días sin poder salir. Es una expresión cultural que los jóvenes salgan los fines de semana y no lo estaban haciendo. También uno se pone a pensar en los chicos que terminan el colegio, que no pudieron tener una despedida como merecían”.
Espacios dentro de la ciudad
Sanchez manifestó que “ahora los chicos buscan alternativas a lo prohibido como juntarse en caminos rurales que los ponen en riesgo en cuanto a la seguridad vial y el coronavirus. Estamos trabajando en buscar alternativas para que no tengan que conducir con ingesta de alcohol. Estamos buscando lugares en la ciudad, como el circuito San Pablo, el predio de ATILRA u los clubes si tenemos el consentimiento para ver la posibilidad de organizar allí eventos cuidados y que no se expongan a viajes. Si lográramos encontrar una alternativa, también estaríamos solucionando el problema de falta de trabajo de los organizadores de eventos y DJs”.
Desde la Presidencia del Concejo, Gustavo Rossi manifestó: “Creo que cuando aparece la palabra “clandestino”, las autoridades tenemos que ordenar y darle un marco legal a la cuestión. Si estas fiestas se están llevando a cabo, desde el estado tenemos que darle una solución. En El Trébol esto es posible convocando a los organizadores de eventos, a los propietarios de pubs y analizar juntos diversos factores como los metros cuadrados disponibles en un lugar para respetar el distanciamiento social y que comprometamos a estos actores para que impartan medidas sanitarias de control. Hay que analizar los lugares disponibles para realizar estos eventos y organizarlos. A los jóvenes hay que invitarlos para que sean parte de la solución y no hacerlos creer que son el problema. Esto no se soluciona con autoritarismo y con multas desorbitantes. Hay que entender a la juventud que está encerrada con elementos tecnológicos que lo único que hacen es generar ansiedad y al llegar el fin de semana los haga tomar estos caminos que no son correctos”.
Trazabilidad en las fiestas
Rossi agregó: “Hay que tener en cuenta la trazabilidad. Estas fiestas, si pasan a tener un determinado lugar y con un control, en caso de que hubiera un caso positivo, se podría disponer el listado de quienes estuvieron en el evento y neutralizar los contactos estrechos. Este protocolo ayudaría y mucho. Le pedimos al Ejecutivo que re direccione las partidas no invertidas en cultura. Hoy en día, la ciudad tiene un Museo cerrado, no hay eventos culturales y esos recursos no se consumen. Solicitamos que este dinero se use para otras necesidades imperantes, como por ejemplo, el control de estas fiestas”.
Proponer y elevar
Por su parte, el edil Carlos De Lorenzi opinó: “Lo que hay que hacer es buscar alternativas porque si esto se extiende en el tiempo será difícil de controlar. De hecho, el Municipio no está capacitado para hacer este control. Hay gente especializada en el armado de estos eventos. Hay que darle una resolución urgente. También hay que aclarar que hay medidas que están por encima de cualquier reglamentación provincial y local pero a mi criterio es necesario proponer soluciones a nivel departamental y provincial para que sean elevadas dar una solución definitiva a la problemática”.