Dos universidades públicas, un centro de estudios y una empresa santafesina comenzaron a trabajar en el desarrollo y optimización de un vehículo de carga híbrido diesel – eléctrico, que sería el primero de su tipo a nivel nacional. Permitiría un enorme ahorro de combustible y la contaminación ambiental sería casi nula.
El Ministerio de Producción de Santa Fe le asignó $1.198.000 a este proyecto encarado en conjunto por el ámbito académico y empresarial que daría un salto cualitativo en materia de transporte de carga. “Hasta ahora todos los vehículos que se usan por ejemplo para retirar o trasladar elementos de la construcción son con transmisión mecánica, y por eso desde 2017 venimos en una alternativa sustentable”, dijo Mario Bounous, titular de Bounous Hermanos y al frente de la iniciativa.
Pero a la vez buscaron diferenciarse de los vehículos enteramente eléctricos que requieren de una estación de carga específica. Es por eso que surgió la idea de hacer algo híbrido, con un motor de 300 cm3 que funcione de forma intermitente para generar la carga eléctrica que lo impulse y le permita transportar entre 500 y 700 kilos.
“Estamos pensando en un vehículo que pueda ser conducido por dos personas, con una transmisión híbrida fiable y de uso general: podrá implementarse para un campamento en obra, zona de circulación vial cerrada, el interior de una industria, un lugar boscoso, entre otras aplicaciones”, enumeró en diálogo con Ecos365.
Las grandes ventajas que aporta tienen que ver con el gran ahorro de combustible, ya que el motor diesel gasta menos de 0,5 litros de combustible por hora para recargar la batería, y además requiere de sólo 3,5 kw para impulsarse, en lugar de los 15 kw tradicionales. Además está la independencia de la estación de carga, porque es el mismo vehículo el que se recarga automáticamente.
“Estamos pensando en un vehículo que pueda ser conducido por dos personas, con una transmisión híbrida fiable y de uso general»
Para la iniciativa, el Centro de Investigación de Métodos Computacionales (Cimec) de Santa Fe trabaja sobre el diseño mecánico y pruebas computacionales, el Laboratorio de Automación y Control de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aporta precisamente la automación y parámetros de circuitos eléctricos y el Grupo GEA de la Universidad de Río Cuarto en la adaptación de los motores eléctricos. La integración de todo y el armado del prototipo de hace en Bounous, una pyme de Gálvez fundada en 1922.
“Para nosotros como pyme sería imposible hacer todo esto porque uno está con muchísimas otras ocupaciones diarias, pero nos interesaba participar en algo a largo plazo, y surgió la posibilidad de hacerlo con estas entidades. Armaremos un prototipo, y después veremos si estamos en condiciones de hacer la fabricación a escala”, explicó y agregó que el tiempo que manejan para tenerlo listo va de 12 a 18 meses.
Fuente: ECOS 365
