El trigo comienza a transitar una etapa crítica. La ausencia de lluvias desde hace más de 120 días se hace notar y lamentablemente, los pronósticos a corto plazo no indican precipitaciones.
“La última lluvia importante fue en el mes de abril, donde se registraron entre 50 y 60 milímetros, luego hubo un par de precipitaciones menores, pero la realidad indica que hace cuatro meses que no llueve y eso empieza a ser una preocupación para el sector agropecuario”, comenzó señalando el Ing. Agrónomo de la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada, Germán Kast en relación a la falta de humedad que padece sobre todo el trigo.
“Fue clave que se haya sembrado más temprano de lo normal. La gran mayoría sembró a partir del 12/15 de mayo, tratando de aprovechar la humedad que había en ese momento y precisamente, esos son los lotes que hoy se encuentran en mejores condiciones; mientras que los lotes que sembraron más tarde y con menor humedad, son los que hoy están más complicados”, agregó Kast.
Acerca del estado general que evidencia el trigo, Kast sostuvo: “En general, los lotes que se sembraron más temprano y que tenían una cobertura buena todavía aguantan, pero es clave que se mantengan temperaturas relativamente bajas y no días de calor».
«El problema es si entramos en septiembre sin lluvia, donde la temperatura comienza a subir y el trigo empieza a levantarse, estirar la caña y al no tener humedad, podrían empezar a verse serias dificultades. También hay algunos lotes que están medios “manchonados”, pero por lo general, son lotes inferiores o que fueron sembrados más tarde”, agregó.
Por último, Kast precisó que es prematuro hablar de posibles pérdidas por falta de agua: «Hay lotes que tuvieron sus complicaciones desde el inicio, sumado a la falta de humedad llevará a rindes inferiores, pero asimismo son los menos. Me animaría a decir que el 80% de los trigos aún están bien establecidos y en carrera, pero resulta vital una lluvia cuanto antes, de lo contrario, las complicaciones serán notorias”.