Médicos y profesionales de la salud se movilizaron este viernes desde las 19 hs. con un gran bocinazo en repudio a la imputación de dos colegas de Córdoba tras el brote de Covid 19 en un geriátrico.
La marcha se realizó de manera simultánea en todo el Departamento San Martín a través de la Asociación Médica.
El Dr. Pablo Forte, Presidente de dicha Asociación, le manifestó a El Trébol Digital: «Hoy fue un gran día, Estamos conmovidos por la cantidad de gente que se sumó a la marcha y la gente que nos apoyó desde sus casas. Salimos a con Asociación Médica del Departamento San Martín sumándonos a Asociaciones y Federaciones de la provincia. Nos adherimos a los colegas de Córdoba a los que la Corporación Judicial decidió imputar. Lo hicimos de manera pacífica con este bocinazo que partió desde la plaza y se extendió por las calles de la ciudad».
Forte remarcó: «Somos la primera que le pone el pecho a esta lucha en este trabajo de enfrentar un virus nuevo en esta emergencia sanitaria».
La marcha en El trébol comenzó a las19 hs. en punto por calle Juan Francisco Seguí y Rosario, frente a Plaza San Martín.
Se sumaron departamentos médicos privados y públicos, ambulancias y también hubo gente que lo hizo de manera espontánea sin ser practicantes de la profesión. Una larga hilera de autos – unas 5 cuadras – recorrieron de punta a punta el Boulevard y volvieron al punto de partida 20 minutos después.
El Dr. Pablo Candiz, señaló: «Demasiado tenemos que lidiar con una enfermedad desconocida y ahora tener el acoso legal. Esto fue un desahogo grande por nuestro trabajo».
Por su parte, el Dr. Livio Lépore dijo: «La gente nos apoyó desde sus casas, fue gratificante. La verdad es que no esperamos semejante adhesión y apoyo de la ciudadanía».
El lema de la marcha, con carteles que se pegaron en varios vehículos decía: «No somos héroes ni asesinos, somos médicos».
En Córdoba
La convocatoria de Córdoba del pasado lunes, ampliamente difundida en las redes sociales, aclaraba que la marcha sería de carácter pacífico y destacaba que fue planeada en “un día feriado para no entorpecer el trabajo de nadie”. Y agregaba: «No se violarán las pautas de seguridad”. Y así fue.
Uno de los médicos imputados fue el director del geriátrico Santa Lucía, Marcelo Santiago Lazaro, a quien acusan de “propagación culposa de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”, agravada por el resultado de enfermedad y muerte.
El otro fue Lucas Figueroa, también imputado por “propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas” en calidad de autor. Un delito que implica una pena de prisión de 3 a 15 años.