El arte puede aplicarse en cualquier momento y rubro de la vida, por ahí solo hace falta visibilizarlo, creer y apostar a uno mismo, y en las capacidades que cada uno desarrolla. MACA Arte en calabaza es un proyecto genuino, innovador en la ciudad y que comenzó hace un tiempo; y en medio de la pandemia también tuvieron que readaptar su arte, como muchos otros rubros.
Angelina Molinero y Emiliano Canzonetti hacen diversos objetos que sacan de la calabaza, pero no de la que todos conocen y que se compran en los comercios, es una especial, bien grande y que no se come.
Al principio comenzaron realizando mates, y tras el paso del tiempo, notaron que al hacer solo eso, les sobraba mucha material. “Un día dijimos que teníamos que darle más uso y ahí se nos prendieron las luces y nos la ingeniamos con paneras, con cuentos, llaveros, cucharas y diferentes cosas que fuimos diseñando”, relataron.
La llegada de la pandemia hizo que ese ingenio en crear y hacer arte de una simple hortaliza, se profundizara. “Yo hacía una semana que no estaba trabajando en relación de dependencia. Días anteriores estaba dedicado de lleno a MACA, y en esos días, se le ocurrió a “Gili” poder implementar y realizar algunos juegos para niños. Arrancamos por uno, tuvimos buenas repercusiones con todo esto de la pandemia y seguimos con otros. Nos mantuvo activos porque nos agarró sin mates. Encontramos una oportunidad y estamos tratando de explotarlo”, desarrolló Emiliano.
“Tenemos juegos para el inicio de la lectoescritura y también para que el proceso de la suma y la resta sea más entretenido. Aplicamos la psicopedagogía y los conocimientos de Emi en administración. Usamos las dos profesiones para una cosa o la otra”, afirmó Angelina.
¿Y Cómo arrancó MACA?
Puede que muchas personas crean que empezar a explotar los propios saberes y aplicarlos a un emprendimiento es algo incansable. Puede que cueste un poco pero dentro del hogar, sin tener que montar un imperio previamente, pueden surgir mil ideas.
Todo surgió por casualidad allá por 2017, en la fiesta del pueblo de María Juana y en una feria. Emi salió a recorrer el lugar y conoció a un chico de Santo Tomé que hace cosas similares, más que nada mates, azucareras y yerberas. “Me puse a charlar con Nicolás, me contó un poco, me ofreció información, se puso a tallar y me pareció interesante. Después la puse al tanto a Angi. En el regreso estuvimos hablando el tema calabazas y mates, y con el correr de los días nos fuimos aggiornando, mirando videos por internet y animándonos un poco más”, recordó.
Aprendizajes
Angelina contó que al principio no les fue porque Emi trabajaba en un comercio de la ciudad en la parte administrativa y ella en su profesión de psicopedagogía. “Nos encontrábamos en casa los fines de semana con tiempo libre para ponernos a hacer mates, sacábamos la mesa afuera y nos poníamos a ver qué hacer. Nos preparamos para la Fiesta Nacional de las Culturas y arrancamos en octubre a producir sabiendo medianamente lo que hacíamos. Ahí nos dimos a conocer, fue nuestro primer día y nos visibilizamos”, señaló sobre el inicio de MACA y como fueron aprendiendo con el tiempo a hacer los mates.
Las gubias
Cada mate necesita para hacerse distintos elementos, tanto para cortar la calabaza como para tallarla y en este sentido, Canzonetti se explayó: “Comenzamos haciendo mates chiquitos, compramos unas gubias que no nos daban tantos resultados y no concedían los resultados que veíamos por videos con lo que nosotros hacíamos”, detalló y siguió: “La gubia es algo que tenés que aprender a usar, se necesita mucha práctica, por eso comenzamos a cortar pedacitos de calabazas y practicábamos ahí, para desperdiciar mates”.
“Hay gubias que son para tallar unas partes y otras para hacer otras cosas más gruesas o para el tallado en profundidad; y si le das otra función no va a resultar”, expresó.
El arte innato
“La parte del arte la tengo yo y Emi fue como acercándose porque me vio. El arte me lo enseñó mi mamá de chiquita y va de la mano conmigo. Emprendí Rococo Bordados mexicanos y a raíz de eso empezamos a ir a las ferias, acompañándome y haciendo la parte administrativa de números, cuentas, costos. Eso lo hace él porque tiene conocimiento y facilidad”, relató sobre cómo fue la antesala de la creación de MACA.
Apostando al mate
“Yo soy el que está volcado 100%. Muy feliz, ojalá que tenga el placer de seguir haciéndolo. Lo que uno siente al hacer algo para el otro, es una mezcla de una presión al principio, y un valor que se obtiene con la satisfacción del otro. Es hermoso. A raíz de esa adrenalina queremos seguir. Agradecer a los que nos han hecho consultas, a quienes nos han comprado productos. Ni hablar a quienes nos han sugerido ideas”, refirió.
Para ir cerrando, Emiliano preponderó: “No quería dejar de nombrar a Darío, Nacho, Nicolás, quienes nos han ayudado mucho y tratamos de mantenernos en contacto con todos, más en esta época que está complicado conseguir materiales. Una generosidad enorme de todos. Ayudarnos unos con otros”.