Hoy por hoy, las salas de terapias intensivas son el punto crítico de trabajo contra el COVID19. El lugar en donde llegan los contagiados con las patologías más severas y en donde el contagio es más riesgoso, sino se cuenta con la indumentaria adecuada. La terapia es hoy, el lugar de la gran batalla entre la vida y la muerte.
Por suerte, El Trébol y el departamento no tiene contagiados positivos de coronavirus y al momento esas luchas se ven en las urbes. Mientras tanto, aquí se preparan y se alistan para brindar lo mejor de sí, y para cuidar a aquellos que puedan pasarla más.
“Valdo” Rojas, es enfermero de la terapia del SAMCo El Trébol. En 2013 se recibió como profesional en la Unidad Académica de Enfermería de Cañada de Gómez y en el 2017, logró el título de Licenciado en Enfermería, de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Desde ese primer título no pasó de trabajar y recorrer las salas y pasillo del hospital; y hace casi cinco años, que se desempeña en la terapia junto a otros compañeros.
“Somos un grupo humano muy chico, de pocas personas. Particularmente la considero como una familia, cada uno con nuestras diferencias, con nuestras formas de pensar y de manejarnos. Siempre hay mucho diálogo y se trata de solucionar todo lo que vaya surgiendo mediante el habla para trabajar de la mejor forma posible”, cuenta Rojas sobre ese lugar al que todos quisiéramos evitar entrar.
¿Cómo es la terapia?
Con su corta edad, el profesional cuenta como es la sala en cuestión: “Hay que considerar que es un área cerrada porque no hay flujo de familiares, gente dando vuelta; sólo el personal de enfermería, los médicos y el de limpieza. Ahora y en caso de que haya casos de COVID19, no va a haber personas circulando. Salvo que se tengan que hacer estudios, lógico”.
Quien conoce a Valdo, sabe de su humanidad y su carisma para tratar a la gente, más aún en las horas de trabajo en donde esta condición hace más llevadero el mal pasar. “Tratamos de brindar una atención lo más humanizada posible, porque no es hacer medicación, controles y ya está. Hay que estar con el paciente, escucharlo. Hay muchas personas que necesitan ser escuchados y eso los ayuda a desaguarse”, resaltó.
Sin hacer pausa, continuó: “Cuando me refiero a un trabajo humanizado, me refiero a esa cercanía. Me parece que es lo más acertado y es la forma de hacerlo más llevadera la internación. No es fácil para la persona tener que estar internada. Están totalmente vulnerables y con la única persona que tienen contacto es con el personal de enfermería y médico. Lo que se intenta hacer es dar una atención cercana”.
Los protocolos de COVID19
“Como equipo de terapia nos estuvimos instruyendo. En un principio era todo incertidumbre, todo desconocido, pero con el tiempo y en base a toda la teoría que estuvimos leyendo, armamos un protocolo de servicio para la atención de casos COVID19 positivos. Llegado el caso que se presente uno, activamos ese protocolo y nos vamos a manejar en base a eso”, explica el licenciado en relación a la actuación que tendrían.
Una vez más, el entrevistado asevera que el diálogo es fluido y ahora aún más: “Hay contención de parte de todos y con todo; aportando cada uno su granito de arena podemos brindar una atención óptima para los pacientes que ingresen, tanto como COVID como otras patologías”.
Las terapias y los sentires
“Esta situación nos está atravesando a todos y nos moviliza a todos, y más con algo totalmente desconocido, con un enemigo que no se ve. Estando al frente es una situación que nos pone a prueba contantemente pero se trata de hacer lo mejor posible para tratar de dar la mejor calidad de atención que se pueda y con lo que tenemos a nuestro alcance”, profundizó con sentir en sus palabras.
Valdo Rojas relató que están en contacto a través de un grupo de whatsapp con compañeros de la zona y la región: “Hablamos todos estos temas y hablamos sobre los protocolos, reportes diarios provinciales y nacionales. El grupo lo integra la jefa provincial de enfermería, y la verdad que es un mimo; nos sentimos contenidos entre todos, nos damos palabras de aliento, tratamos de compartir experiencias y demás. Nos cuentan cada uno sus situaciones, como están viviendo esta pandemia y tratamos de llevar tranquilidad”.
El deber de la profesión
Hay un deber que ellos, los enfermeros, los médicos y el sistema de salud en general están cumpliendo con creces. Pero todos, ellos y el resto de los habitantes, tienen la responsabilidad como sociedad de quedarse en casa.
“Quedarnos en nuestro hogar es la única vacuna que contamos por el momento. La importancia del lavado de manos y todas las disposiciones y recomendaciones que bajan las autoridades sanitarias para la prevención”, recordó y para cerrar afirmó con un mensaje de esperanza: “Quedarnos tranquilos que vamos a salir adelante entre todos, tenemos que ser responsables y respetar todo lo que nos están diciendo y cómo manejarnos como sociedad.
Por Melisa Barrios
