El 21 de noviembre de 2018, Gonzalo Garola –“Chalo” para todos- se iba del país buscando nuevos sueños, nuevos retos, nuevos proyectos de vida.
En sus redes lo afirmaba y escribía: “Hoy me toca enfrentar un nuevo desafío, lejos de toda mi familia, amigos y de mis raíces. En dos mochilas llevo 30 años de vida, sobre mi espalda una mochila llena de ilusión. Me voy con la cabeza en alto y volveré por más alegrías a mi amada Argentina”.
El tiempo paso, tuvo sus frutos, recorrió diversos países como España, Grecia, Marruecos, Portugal, Bélgica y Andorra, en donde se encuentra hoy, y desde donde inició su sueño en el viejo continente.
Ingeniero en Medio Ambiente de profesión, realizó en este año y medio de viaje todo tipo de trabajos, siempre con alegría, disfrutando y siendo el “Chalo” que conocemos, aquellos que hemos compartidos momentos.
Hoy la situación es otra y como en todo el mundo, la pandemia cambió las formas y detuvo los modos de vivir.
Con un claro mensaje de solidaridad, el joven de El Trébol habló sobre la posibilidad de una vuelta y su situación en Andorra.
“En cuanto a los vuelos, muchos me dicen que regrese al Argentina, que están los vuelos de repatriación. Yo no reclamé porque pienso en ser más solidario con el pueblo argentino, prefiero que los recursos que se necesiten se destinen en los que están en peores condiciones que nosotros”, sentenció sin titubear, en una situación al menos complicada.
“Los vuelos se siguen haciendo, creo que más desde Sudamérica, y lo entiendo porque estamos en una zona de contagio muy alta y no se justifica arriesgar al país por nosotros”, profundizó.
“Chalo” recordó que él y los compatriotas que están allá, decidieron viajar por su cuenta hace tiempo, y la gran mayoría llegaron antes de la pandemia. “La decisión de salir del país fue nuestra. De hecho estoy agradecido con el Gobierno por los vuelos que sigue haciendo. Tengo compañeros que han vuelto desde otros lugares en vuelos de Aerolíneas Argentina”, agregó.
Andorra y el COVID
Mucho se dice, tal vez por las noticias que generan pánico, pero Garola lleva tranquilidad: “Si la situación es complicada por la cantidad de casos que hay, no es tan crítica como en otros países. Recibo muchos mensajes de amigos y familiares que ven noticias y me dicen que acá está todo mal, que estamos tirados y pasando hambre. No es tan así”.
“El que no conoce, Andorra es un país muy chiquito, con una superficie muy pequeña. Tiene cerca de 450 kilómetros cuadrados, está entre Francia y España. Estamos en una zona de contagio, porque de los 77 mil habitantes que tiene el país, hay 673 casos al día de hoy, 33 muertos y 170 personas recuperadas”, detalló sobre el país, sus habitantes y lugar geográfico; en relación a los contagios del COVID19.
El acompañamiento del gobierno andorrano
“El gobierno de acá dice que el sistema de salud nunca se saturó, el pico que ellos tenían establecido nunca llegó y la curva de contagio se ha establecido un poco. Se están habilitando algunas actividades económicas. De hecho, en unos días va a estar saliendo un decreto para que la gente pueda salir a caminar una hora al día, va ser en distintos rangos horarios, según la edad de cada persona y la numeración del domicilio de las mismas. Números pares un día, y los impares otros días. Bien distribuido para que todos podamos salir una hora al día”, relató en cómo actúa el gobierno y como vive la sociedad.
Economía y asistencia
El profesional de El Trébol, manifestó que la situación económica para ellos esta medianamente bien: “El gobierno de Andorra, se está portando bastante bien, está dando ayuda tanto en lo que es hospedaje, alimentación como en medicina. Puede haber casos muy especiales que no hayan recibido nada o que no los hayan gestionado. El que se mueve, consigue”.
Para cerrar, y llevar tranquilidad a los suyos, Gonzalo subrayó: “No estamos pasando hambre y frio. Las necesidades básicas las tenemos satisfechas, nos queda hacer la cuarentena y esperar. Estamos bien, no estamos en situación crítica. Puede haber otros que estén distintos, o que quieran volverse pero no es algo crítico”.
