En estos días pensé absolutamente de todo. Me reí, ignoré, subestimé, me asusté.
Pensé en mí, en vos, en vos y en vos.
En estos días me informé, me atoré de audios, me reí con los memes, me enojé con las noticias falsas y me emocioné con algunas campañas.
En estos días entendí que recién empiezan estos días. Que todo será largo y no una simple reclusión de 14 días.
En estos días comprendí que estos días fueron hechos para que sepamos que no nos las sabemos todas.
En estos días empecé a cambiar un poco mis costumbres y cómo hacerlas. En estos días me equivoqué menos.
En estos días me encontró trabajando con más respeto y con más compromiso. En estos días conocí más a la gente, mucho más.
En estos días logré sentarme a conversar más conmigo y ver más allá de estos días.
En estos días llegué a la conclusión que quizás esta sea la gran oportunidad, para mí, para vos, para ellos, de parar un poco la moto, de ver que tanta vida descartable no nos ayuda y que vos y yo, cara a cara, somos lo único que importa.
En estos días, que serán más de uno, empecé a darme cuenta del valor de pasear al aire libre, de mojarme con la lluvia y de salir a caminar con un amigo.
En estos días extraño la risotada de un asado bien compartido, del ruido de mis hijas con sus amigas en el living de mi casa, de tomarte de la mano.
En estos días me doy cuenta que puedo vivir sin tele, pero no puedo vivir sin vos.
En estos días, comienzo a entender que algo invisible es capaz de rompernos el corazón si no nos cuidamos y que de los cuidados que tengamos, veremos menos corazones rotos a nuestro alrededor.
En estos días miro con tristeza la sordera de la ignorancia, de los vivos de turno y de los que creen que esto no les va a pasar.
En estos días veo con emoción el cambio de los que, como yo, primero creyeron que esto no nos iba a tocar, y después entramos en razón.
En este día, el 5to de mi reclusión, comienzo a ver y palpar que esta es la gran oportunidad que se nos presenta, para demostrar que somos más, mucho más, que un virus, que un acto de egoísmo y que un grito atemorizado.
Esta es la oportunidad de decirle al mundo, a los países desarrollados que queriendo o sin querer siempre nos hacen sentir que somos “sudacas”, que juntos los argentinos podemos hacer bien las cosas.
En estos días, siento en mi corazón la oportunidad de hacer todo lo que dejé de lado por la maldita falta de tiempo de los días veloces.
Hoy paramos. Se detuvo el cuenta vueltas. El velocímetro lo puso en cero un invisible ser que nos dijo fuerte que a nosotros también nos puede pasar.
La oportunidad de que alguien baje de un gomerazo nuestro ego, nuestro orgullo y nuestra pedantería, está ante nuestros ojos.
Yo hoy siento, que este virus nos da la oportunidad de mejorar como sociedad. Tenemos la oportunidad, única, de cambiar para bien.
Hoy podemos luchas juntos los radicales, peronistas, socialistas, ateos, de River, de Boca, católicos, evangelistas, testigos de Jehová, negros, rubios, amarillos, pelirrojos, mujeres, hombres, niños, albañiles, carpinteros, secretarios, médicos y abogados. Juntos, Para el mismo lado. Sabemos lo que tenemos que hacer.
Es nuestra oportunidad. Única en la vida.
Gracias Coronavirus. La voy a aprovechar. Porque yo quiero ser un hombre mejor. Porque yo quiero vivir en una sociedad mejor. Una sociedad, para mí, para vos y para mis hijos.
Y creo firmemente que este es el inicio, nuestro punto de partida.
Abrazo virtual.
Francisco Díaz de Azevedo
«Pancho»
