En la noche del martes 10 de diciembre, quedó constituido el Concejo 2020 de la ciudad de El Trébol.
Ante una gran concurrencia, entre los que estuvieron presentes el Intendente Fernando Almada con parte de su gabinete y la Diputada Lorena Ulieldín, se llevó a cabo el acto de asunción de las nuevas autoridades del HCM.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, comenzó a despedirse la parte del Concejo que dejaba el recinto. Así tuvieron sus palabras de despedida y recibieron plaquetas dedicatorias Juan Carlos Almada y Marcelo Racca. Cristian López no estuvo presente en la ceremonia.
Luego llegó el juramento de las nuevas autoridades. Juraron Gilberto Bonelli, Carlos De Lorenzi y Mario Mansilla – con una mano en la Biblia y otra en el corazón-.
Tras los juramentos pertinentes, llegó el nombramiento por cargo y seguidamente se despidió Racca, como Presidente del Concejo. «Fueron años lindos. Años que entre otras cosas uno le roba a la familia y a los seres queridos. Muchas veces acerté y otras me equivoqué, no soy el mismo», dijo Racca en un discurso improvisado y agregó: «Quiero agradecer a los que me acompañaron, a los concejales y al Intendente Fernando Almada, con quien trabajamos a la par en estos dos años de crisis para poder traer a la ciudad cosas importantes».
Un discurso con nudo en la garganta
Un rato después, llegó el turno del flamante Presidente Gustavo Rossi. Muy elegante vestido en negro y blanco, de sobrio saco rallado y corbata a lunares, Rossi se paró ante la gente y prometió ser breve. «Voy a pedir al intendente que nos invite a su recinto en enero o en su defecto lo invitaremos al recinto. Quiero mostrarle una agenda moderna para que trabajemos juntos por el bien de los ciudadanos de El Trébol», dijo Rossi, que, visiblemente emocionado, acortó su discurso.
Afuera, mirando por la ventana, estaba su padre, el «Kely» Rossi, una leyenda de la política local y 22 años intendente. «Gracias a todos», cerró Gustavo. No había lugar para más ni palabras que salieran de su boca. Estaba todo dicho.
La perla negra
Tras 36 años de democracia y 33 en los que se toma juramento a los concejales con actos convocantes, se siguen organizando estas ceremonias de 100 o más personas en recintos para 40. Muchísima gente se quedó afuera, espiando por la ventana, sin poder escuchar o ver, o ser testigo de una nueva página de nuestra dorada y sufrida democracia.
Ya es hora, después de 3 décadas, de trasladar estos actos a otros recintos. Los hay en la ciudad, más amplios y más cómodos. Para los que trabajan cubriendo para medios pero sobre todo para los ciudadanos que creen en la democracia y aún asisten a estos eventos que marcan el curso de la historia.