Y fue de Sastre nomás. O fue de Sastre otra vez.
Porque la «AKD» repitió el título del Apertura y esta vez con viento en contra, porque en su cancha había dejado dudas, había empatado y casi lo pierde.
La fiesta de las tribunas fue impresionante, como el recibimiento de Trebolense para su equipo. El «Centenario» albergó 4.500 almas para la final de la Liga.
Pero en el Centenario de El Trébol, la historia fue otra. Sastre jugó ordenado, le quitó espacios al tridente de Trebolense conducido por Gaspar Paez, con Franco Casañas y Fabián Benedek y apostó de contra y lastimó cuando tuvo la oportunidad.
Trebolense buscó siempre, con verguenza deportiva, sin la claridad de los otros partidos y sin el juego rápido y certero de los cotejos ante San Martín, La Emilia y el primer «chico» ante Sastre.
La «AKD» se puso en ventaja en los pies de Xuan Capellino entrando por izquierda ante la salida de Lecuima a los 27 minutos, después de un gran desborde de Cabral que deja pasar Nahuel Cosatto.
Desde ahí el partido cambio. Trebolense se desdibujó tratando de marcar la igualdad y Sastre nunca se complicó.
Las dos líneas de cuatro armadas por Oscar Caloni trabajaron como engranajes quitándoles espacios al local y así se fueron al vestuario.
El complemento empezó con Trebolense acorralando a Sastre en el área, con centros y muchas ganas pero sin la claridad necesaria. Martinez quiso poner más peso ofensivo con el ingreso de Alexandro Suarez.
Pero a los 24 minutos, la visita liquidó el pleito. En un cambio de frente de Cabral, Luca Rossa se la baja a Lecuima, la pelota queda corta y Johnatan Torres aprovecha para poner el 2 a 0.
Con el pleito casi liquidado, ingresó Venturi en Trebolense para tratar de torcer una historia que desde el minuto uno parecía escrita por los «Caloni boys».
El «Cele» fue con garra y sin ideas y Sastre defendió celosamente el marcador hasta el pitazo final de Pablo Echavarría para que el festejo de la «AKD» se prolongara hasta la cabecera del departamento san Martín.