Otro suceso lamentable vuelve a vivirse en la ciudad y genera preocupación la violencia que algunas personas toman como medio para relacionarse con el otro, evitando el diálogo, las buenas formas y los gestos saludables que construyen mejores comunidades.
En la madrugada del sábado, cuando uno de los vehículos del Departamento de Tránsito Municipal, con dos inspectores a bordo, circulaba por la vía pública realizando los controles de rutina, fue apedrado, sin mediar palabra, por tres jóvenes menores de edad.
El hecho, fue registrado por las cámaras de seguridad y por lo tanto, se pudo identificar a los agresores, a quienes horas antes, en un operativo vial se les había secuestrados los birodados ya que no estaban en condiciones de circulación y tenían dudosa procedencia.
Sobre esta situación, que preocupa y ocupa al municipio, la directora General de Gobierno Gisela Mattalía, señaló: “Esa fue su manera de expresarse. Sin perjuicio de eso, las cámaras los tomaron claramente y los tenemos identificados. Son menores. Ya iniciamos las medidas pertinentes, a los fines de efectuar no solamente el reclamo económico que significó el daño al vehículo municipal, sino también las causas por infracciones que les quepan para el caso, que serán extensibles a los padres por el hecho de ser menores”.
“La ley lo establece y me parece que es una obligación lógica. Los padres a veces se hacen eco de las responsabilidades de sus hijos y sobre todo cuando llegamos a estos extremos. Si esa piedra hubiese impactado en una de las ventanillas del vehículo, podría haber dañado a alguno de los inspectores y eso ya sobrepasaría o sería excesivo”, argumentó.
Para cerrar, la Dra. remarcó: “Un fin de semana amargo en el sentido de seguir pensando en el estado de la sociedad hoy. El tránsito y la circulación vial son una muestra más de lo que somos como sociedad, lamentablemente”.