Una nueva edición de la tradicional “Fogata de San Juan” se realizó en la ciudad. El fuego, rodeado por una multitud, entibió la fría noche invernal.
Desde temprano, los ciudadanos comenzaron a llegar y a dejar sus mensajes para que las llamas quemaran todo lo malo y negativo y traigan buenos augurios cumpliendo deseos, como cuenta esta fiesta milenaria.
Ya con el sol en lo más bajo del ocaso, Marisa López le puso música y alegría a la celebración. Al mismo tiempo, se realizó el desfile de los muñecos y maquetas, desde el “Chalecito” hasta la hoguera, donde quedaron depositados para que la comunidad pudiera elegir.
Decenas de instituciones participaron del concurso “Salvemos un muñeco”, siendo el más votado el que hicieron los alumnos del Instituto Superior Nº 23 “Elisa Damiano”, que evitó ser devorado por el fuego por lo que será protagonista en la fogata del año que viene.
Con la noche naciente y una gigantesca ronda entrelazada, comenzaron a verse las primeras llamas. Desde lo alto del Galpón de las Expresiones rodó una bola de fuego que llegó al centro de la rueda para dar vida a esta hermosa tradición, alumbrando los deseos y buenos augurios. Así, de inmediato surgió el canto: “Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan…”
El enorme fogón, con sus flamas elevándose al cielo, creó una atmósfera de alegría y felicidad entre los presentes, que finalizó con más música.