El 21 de marzo se celebró el Día Mundial del Síndrome de Down, proclamado por las Naciones Unidas en 2011.
El Síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana y que existe en todas las regiones del mundo. Una persona con Síndrome de Down puede crecer y desarrollarse como persona, siempre que se le garantice un acceso adecuado a la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva.
Precisamente el objetivo principal del Día Mundial del Síndrome de Down es generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, se quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
T 21, es una agrupación que trabaja desde la ciudad de El Trébol hacia toda la región en busca de la integración y la naturalización de las personas con síndrome de down a la sociedad.
«El jueves no salimos a la comunidad salvo sacar un flyer en las redes sociales. Pero en el mes que viene estaremos dando charlas en las escuelas sobre diversidad y educación junto a la Región VIII. Es la misma charla que dimos el año pasado en la escuela técnica pero esta vez abarcando todas las ciudades y localidades de la región», señaló a este medio Viviana Heredia.
Por su parte, Alejandra Melón, explicó: «La idea es ocuparnos del secundario apuntando a los chicos de esa edad para concientizar. Hoy – por el jueves 21 – no salimos al ruedo ya que los autogestores tomaron la posta y ellos mismos fueron a las escuelas llevando folleterías y contándole a los alumnos como quieren que nos traten».
Heredia agregó: «Logramos mucho en cuatro años. Algún tiempo atrás, que los chicos con Sindrome de Down puedan contar como viven era impensado. Este es un trabajo hormiga, recién empezamos y la idea es que a largo plazo los chicos con Sindrome de Down tengan un camino más allanado en el mercado laboral».
Melón dijo que «falta mucho por hacer. Trabajamos con especialistas en inclusión laboral para poder empezar a ver empresas locales que tomen a estos chicos para trabajar»
Por su parte. Alejandra Díaz de Azevedo manifestó: «Pensemos que estamos tratando de naturalizar el tema en las escuelas secundarias así que aún falta para que las empresas lo tengan claro. Hay un trabajo que hacer con terapistas ocupacionales para preparar al grupo que los debe recibir. Está comprobado también que cuando hay un empleado con discapacidad en un grupo laboral, lo mejora. Ya hay lugares, como una Droguería en Argentina que tiene 25 empleados y hay 6 personas con Sindrome de Down trabajando. Hoy, que se busca que el trabajador esté mejor, esta puede ser una gran posibilidad. En la región conocemos un chico de San Jorge que trabaja en una estación de servicio. En Buenos Aires, Mercedez Benz toma chicos discapacitados. Se puede salir al mercado laboral, es cuestión de tiempo».