En cuestión de días se dará comienzo a la cosecha de soja y más allá de los sobresaltos que causó el exceso hídrico, se proyecta que será una buena campaña. La particularidad es que la soja de segunda asoma en muy buenas condiciones, lo que podría incidir en promedios de rindes superiores a los de años anteriores.
“La sojas de primera sufrieron algún tipo de complicaciones durante los días de calor sofocante. Fueron cuatro días de sol fuerte que prácticamente le cortó la absorción de humedad a la planta ocasionándole el secado, siendo que aún le quedaban por delante unos 15 o 20 días. Este “marchitamiento” se dio en toda la zona y en algunos lotes se dio con mayor incidencia y en otros con menor, produciendo un adelantamiento que no es bueno”, explicó el Ing. Agrónomo Darío Bonfil sobre una de las tantas complicaciones por la cual atravesó la soja, en este caso, sobre el final de su ciclo.
Acerca de cómo este fenómeno podría incidir en el rinde, el Ingeniero de la Cooperativa sostuvo que: “A mi entender íbamos camino a un rinde excepcional y eso se cortó; ese techo que planteábamos comenzó a descender” y agregó: “Esas plantas que se secaron por adelantado, podrán completar el llenado de grano con lo que quedó del tallo, ya que hojas prácticamente no quedaron”.
Proyección de rindes
A la hora evaluar posibles rindes, Bonfil precisó que: “Habría que armar un conjunto entre soja de primera y soja de segunda, que es lo que hace la variante con respecto a la campaña anterior. El año pasado teníamos excelentes sojas de primeras y regulares a malas sojas de segunda. Ahora la situación es diferente: ambas sojas están más parejas y estabilizadas en cuanto a desarrollo y condiciones generales del cultivo, lo que seguramente llevará a que se obtenga un rinde promedio de los 38 a 40 quintales la hectárea”, concluyó el Ing. Agrónomo de la Cooperativa.