Juegos, meriendas, charlas, aprendizajes, compañerismo, comprensión, son algunos conceptos y palabras que definen las tardes de veranos en el Centro Integrador Comunitario.
Desde hace un tiempo, niños, niñas y jóvenes concurren a este espacio de contención para recrearse y pasar buenos momentos haciendo pequeñas actividades que recrean el alma.
Cada lunes, miércoles y viernes, los profesores a cargo preparan la merienda para luego llevar adelante las clases.
En esta última oportunidad, los pequeños pusieron a prueba sus cualidades para la cocina haciendo alfajores de maicena que luego degustaron.