Son pocas las buenas noticias después de las fiestas, pero esta vale por todas. San Jorge se sorprendió con una foto que comenzó a circular en las redes sociales en la que se ve un niño repartiendo juguetes con un carrito.
El 24 de diciembre por el barrio San Martín vecinos vieron un “Papá Noel” distinto, sin barba, de pocos años, y de pelo largo, repartiendo regalos con un carrito de dos ruedas. Fue para el asombro de los vecinos, atender la puerta y ver un niño preguntar por sus hijos para darle regalos para la noche buena.
Miguel Ángel Pablo Castillo, se llama este niño que junto a su hermano y su primo salieron a regalarles una sonrisa a otros niños del Barrio San Martín y a mostrarnos su ejemplar gesto.
La búsqueda de este grandioso niño no se hizo esperar y fuimos a su casa a conocerlo y agradecerle su gesto. Junto a su familia, nos abrieron las puertas y Miguelito nos dio su palabra.
¿Cómo te llamas?
_ Miguel Ángel Pablo Castillo, y me dicen Miguelito.
¿A qué grado vas?
_ Yo iba a quinto y pasé a sexto de la escuela Calasanz.
¿Qué es lo que más te gusta hacer?
_ Ir al campo, porque lo que estoy libre ahí, puedo ir por todos lados, estar con los animales, andar a caballo, darle comida a los chanchos.
¿Te gusta mucho la naturaleza?
_ Si me gusta mucho. Yo viví en muchos lugares, en Piamonte, en el campo y acá. Lo que más me gusta es el campo.
¿Contanos que hiciste en navidad?
_ Yo para noche buena viajé con mi papá temprano, y le dije a mi mamá que me lave los juguetes que yo tenía y que me los envuelva. Después salimos con mi hermano y mi primo, y pusimos la bolsa de juguetes en el carrito y salimos a repartirlo. Salí por el barrio San Martín, había muchos chicos y ahí los repartíamos. También golpeábamos las puertas de las casas, y preguntaba si tienen algún hijo y les daba el regalo. Si había hermanitos yo le daba un regalo para cada uno. Si era nena de daba uno para nena y si era nene le daba para nene.
¿Los tenías separados?
_ Si. A los juguetes los envolví con ayuda de mi mamá, con un papel de regalo azul para los nenes y rojo para las nenas.
¿Qué te gustaría que te regalen a vos?
_ Yo estoy conforme con lo que tengo, con los hermanos que tengo, y con la mama que tengo. Yo no quisiera nada, porque yo tengo todo lo que yo quiero. Lo demás me los dan mi papá y mi mamá. Yo tengo una caja de juguetes, y no los usamos. El año pasado me regalaron un trencito y esta nuevo porque lo usé poquito y lo guarde para regalar.
Andrea, Tati, como le dicen, es la madre de Miguelito y nos contó que todo lo que tienen lo comparten: «cuando pasan los basureros ellos les preguntan si tienen juguetes y los guardan para regalar» nos decía contenta su madre.
También nos decía Tati que Miguelito hace rato que viene haciendo esto, y que no es lo único que repartió: «ellos todo lo que tienen lo comparten, él ya fue donando, ya repartió juguetes y ropa»
¿Qué es lo que más te apasiona o algo que te gustaría empezar?
_ Yo quisiera ser veterinario, tener mi propia granja, y así tener animales. Yo quiero terminar la primaria y empezar la secundaria en Landeta, en la agrotécnica, porque te enseñan todo lo de los animales y eso me gusta.
¿Qué les diría a otros chicos que no saben qué hacer en las fiestas?
_ Yo le ensañaría lo que es compartir, lo que es jugar con otros chicos, todas esas cosas, yo les enseñaría.
¿Si tuvieras un sueño cuál sería?
_ Nunca separarme de mis hermanos, de mi mamá y de mi papá.
Mientras ya les estábamos agradeciendo por la predisposición, Tati nos dijo que en la escuela le preguntaban por el pelo largo y él les había entregado una carta por el motivo. Miguelito nos contó algo que nos dejó con la boca abierta.
¿Por qué el pelo largo, por algo en especial?
_ Yo y mi hermano tenemos el pelo largo por un sueño. Porque cuando cumpla 12 años me lo voy a cortar y a donárselos a los chicos que tienen cáncer. Pero ahora que me está molestando mucho el pelo por el calor y creo que me los voy a cortar a los 11.
¿Cuándo fue la última vez que te cortaste el pelo?
Desde el primer añito, desde que nací.
La emoción que nos dejó nos hizo casi imposible continuar la nota, sólo pudimos sellarla con un abrazo fuerte a él y a su familia.
La vida nos regala encuentros increíbles, inolvidables y este niño nos enseñó a ser mejor persona y a ver la felicidad en la simpleza y a seguir luchando por nuestros sueños.
Miguelito, un niño intacto, que nos regala parte de su historia y nos invita a soñar y ser un poco más solidario con el otro. Esperamos tener todos un “Miguelito” en alguna parte del corazón.
Fuente: Conexión Urbanas Noticias / El Regional Sanmartiniano
