Con una multitud que copó el Gimnasio Edgar Degano de Trebolense, – desde una semana antes se habían agotado las tarjetas – se desarrolló una estupenda fiesta de los 108 años de la Institución.
El lugar lució con un decorado inédito desde el techo a las paredes y al ingreso,, con un túnel en el SUM con alfombra roja, del que se desprendían fotos de la gente que trabaja en la institución.
Claro, la noche tenía la temática de “Manos que trabajan, corazones que sienten” y se homenajeaba a sus trabajadores, los de antes y los de ahora.
La primera gran sorpresa fue ver al Ballet El Trébol desplegar un potente malambo en la apertura de la noche. Quince bailarines arrancaron la primera ovación en un escenario futurista y con infinidad de luces.
Momento de homenajes
Los homenajes llegaron sobre el final del plato principal. Un video institucional recorrió cada obra nueva del club y mostró a cada trabajador en sus labores diarias. Fue la segunda ovación de la noche que le dio pie al Presidente Cristian Cánepa para hablar de las “manos que trabajan y los corazones que sienten”.
Reinas
Sobre la medianoche llegó el turno de las reinas.
Subieron al escenario la Soberana Saliente Virginia Castagno y la Dama de Honor que dejaba su cetro Graciela Bonetto y se elegían sus sucesores.
Desde las pantallas llegó la primera sorpresa con la elección de Blanca Correa con sus 80 años como Dama de Honor. Una mujer que vivió toda su infancia en donde hoy está la cancha de Trebolense y nació en el barrio de la “Quema”. La emoción invadió a Blanca y a su gente, que en silencio fue con ella a la cena.
Luego llegó el turno de la nueva Reina. Y Noelí Baquín fue la encargada de heredar el cetro de Castagno. “Es un honor, me siento felíz, gracias por tanto Trebolense”, señaló Baquín al borde de las lágrimas.
La gran noche
El DJ en vivo, la barra de tragos, la ambientación ideada por la producción de la fiesta y Recalde Sonidos hicieron el resto de una noche sensacional. El cotillón de led fue la vedette de la noche, que iluminó el Edgar Degano y le puso color a una gran velada.
Miguel Angel Cherutti y Nito Artaza se “comieron” la noche con su humor desopilante. El dúo de capo comicos arrancó carcajadas por doquier con notables imitaciones y una catarata ininterrumpida de chistes a la platea. La interacción con el público fue increíble desde el primer minuto.