Ambientalistas piden investigar el derrame de agroquímicos sobre la Ruta 34

Una ONG ambientalista se presentó en la Justicia para que determine cuál fue la sustancia que se derramó en el accidente que se produjo hace dos semanas en la Ruta 34 entre Centeno y Las Bandurrias.

El grupo ambientalista «El Paraná No Se Toca» le pidió a la justicia federal que investigue las causas y los efectos de un derrame de agroquímicos ocurrido el pasado martes 13 tras el choque de dos camiones a la altura del kilómetro 103 de la ruta 34, entre las localidades de Centeno y Las Bandurrias en el centro de la provincia de Santa Fe.

Uno de los elementos a determinar es de qué producto se trataba, ya que según algunas versiones era 2,4D, cuya aplicación está prohibida desde 2015 en toda la provincia bajo su formulación gaseosa (éster isobutílico), así como restringida severamente la aplicación aérea y terrestre en su formulación sal dimetil amina, mientras que otras versiones señalan que se trataba del herbicida Trac50.

El accidente, que involucró a un camión de Atanor, tuvo lugar en una zona descampada entre las localidades de Centeno y Bandurrias.

En marzo de 2014 un camión de la misma empresa volcó en la localidad de San José de la Esquina dejando 18 mil litros de 2,4D en la banquina de la ruta provincial 92, donde hasta hace pocos meses la concentración de ese poderoso herbicida era todavía 100 veces mayor a la recomendada.

El choque de camiones de la semana pasada dejó varios intoxicados (un policía, un bombero y los dos camioneros) y una denuncia por parte de El Paraná No se Toca ante la Ufima (la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental de la Procuración General de la Nación). La ONG entiende que se trata de un derrame de sustancias peligrosas que puede afectar tanto la salud humana como la del ambiente, que precisa tareas de remediación.

«Actuamos por el deber de cumplir el artículo 41 de la Constitución que establece la obligación de preservar el ambiente, y también para tener mayores certezas sobre lo que pasó», explicó María Victoria Dunda, abogada de ese grupo.

El choque

Poco después del mediodía del martes 13 de junio, los bomberos de Centeno recibieron un llamado alertando sobre el choque de dos camiones a la altura del kilómetro 103 de la ruta 34. Según contó Ignacio Sandoval, el jefe de esa unidad de bomberos, uno de los camiones (el que iba hacia el norte) llevaba bidones con agroquímicos que se cayeron al piso y reventaron.

«Se cayeron unos 25 bidones que transportaban 2,4D y la mitad se rompió. Tuvimos suerte porque se trata de un producto volátil y el choque fue de día, casi no había viento ni humedad», explicó Sandoval, y señaló que aún así, tanto un policía como un bombero que estuvieron entre los primeros en llegar al lugar tuvieron que ser internados al presentar signos de intoxicación.

El bombero explicó que siguieron un protocolo para casos de derrame de sustancias peligrosas y, tras cortar la ruta para evitar que pasaran vehículos, dieron el alerta a la regional 5: «Tratamos que no pasaran vehículos para evitar que el producto circulara, y también trabajar con viento por la espalda para evitar el olor», dijo. Luego llegó personal de Atanor a «limpiar y tirar productos absorbentes».

Por su lado, desde Protección Civil de la provincia dijeron que los bidones no transportaban 2,4D sino Trac50, un herbicida también conocido como atrazina utilizado para controlar malezas de hoja ancha y gramíneas anuales.

La investigación

Al enterarse del derrame, y con el antecedente de lo ocurrido en San José de la Esquina, desde El Paraná No se Toca decidieron pedir la intervención de la justicia federal para que investigue el accidente y el derrame de herbicida.

«Al enterarnos del accidente dimos participación a la Ufima, ya que se trata de una ruta nacional y tiene competencia. Le pedimos que inicie actuaciones y el organismo accedió», señaló Dunda. Entre otras cosas, podrá establecer cuál fue el producto derramado, si existió delito respecto a la ley de residuos peligrosos, qué empresas estuvieron involucradas y si existen daños para la salud y el ambiente.

La abogada recordó que tras el derrame en San José de la Esquina varias organizaciones ambientalistas pidieron la prohibición de tránsito para el 2,4D en las rutas santafesinas, algo que todavía no ha ocurrido.

Según un estudio del Equipo Multidisciplinario de Interacción Ambiental de la Universidad de La Plata, la tierra de la banquina donde en febrero de 2014 se derramaron 18 mil litros de herbicida puro presenta una concentración de 2,4D hasta 100 veces más elevada que la considerada como tolerable.

FUENTE: La Capital.