Gabriel Borguino sigue sin un destino final. Tras el suicidio de su tío Luis Aurelia, este joven de 28 años, con esquizofrenia, sigue sin tener un futuro claro en cuanto a sus cuidados.
Pero en los últimos días, una novedad salió a la luz. Una familia quiere hacerse cargo de los cuidados del Gabriel.
“Hace seis años que trabajo con Gabriel. Estaba en estado de abandono. Soy acompañante terapéutico y al conocerlo no tenía baño ni luz. Hacía 17 años que vivía con Luis”, recordó a este medio pablo Luque y agregó: “Al principio tuve días de silencio con Gabriel hasta que se adaptó. El hacía años que estaba sólo con su tío y nadie entraba a su casa. Lo bueno es que pudimos tener una relación de confianza con Gabriel. Con Luis al principio también me costó porque era reservado”.
Aquella vivienda y ese día después
Luque contó que cuando a mediados del año 2016 a Gabriel y a Luis les entregaron la vivienda del Plan Federal, “ hubo un antes y un después en él. Él es cero violencia, él tiene esquizofrenia y está medicado. Él siempre se defendió. Cuando alguien venía él se cerraba, se agarraba de su colchón y su sábana. Con el tiempo lo sacamos a caminar y lo sacamos a andar en auto. Es más inteligente de lo que la gente se imagina y es muy fácil llevarse bien con él”.
El deseo de Luis y la esperanza que se abre
Luis murió de un balazo en el corazón que él mismo se disparó. En una carta que le dejó a Pablo Luque, le pidió por el cuidado del joven y deseó una familia para él. “Ese “Cuidame bien a Gabriel” es muy importante para mí. En los últimos días salió la posibilidad de una familia que quiere cuidarlo a Gabriel. Esa es una muy buena noticia. Esta familia llegó en el momento justo. Gabriel es adulto y no es tan fácil que alguien llegue para hacerse cargo de él”.
Pero si bien una familia desea cuidarlo, los especialistas planean un desembarco de Gabriel en el “Hogar Arco Iris”. La primera opción siempre es un familiar y sino una institución. Gabriel tiene una familiar directa que no podría darles los cuidados necesarios. Pero sí apareció otra familia dispuesta a velar por él día y noche. Es una familia en la que la madre perdió a su hijo por suicidio y por mucho tiempo esta familia intentó hacerse cargo de alguien.
Pablo opinó: “El equipo de trabajo, la psicóloga, el psiquiatra y demás quieren que Gabriel esté en una institución. Yo creo que Gabriel necesita una familia, como lo que a medias hizo Luis con sus limitados recursos” Y deseó: “Si Dios abre una puerta bienvenido sea. Ojalá entre todos podamos lograr el sueño de Luis, que es que Gabriel tenga una familia. Luis en una carta me dijo que ahora Gabriel tenía gente que se podía ocupar de él”.