La realidad de los pozos ciegos en la ciudad es alarmante. Desmoronamientos, una víctima fatal, viviendas colapsadas, instituciones en peligro y más de 120 de3nuncias en la Municipalidad sobre hoyos sin tapar.
Al respecto, desde el Ejecutivo, el Intendente Fernando Almada le manifestó a este medio: “Hay una realidad en la ciudad que tiene que ver con nuevo proyecto de ordenanza que modifica aspectos del código de edificación y modificará a futuro este problema».
Nueva ordenanza
Almada adelantó que «los desagües cloacales son posteriores a la década del 90. En algún momento la normativa estableció que los pozos tenían que estar en la vereda. En la nueva ordenanza que se hará, de aquí para adelante habrá obligatoriedad de conexión a las cloacas y donde no pase la cloaca, el pozo deberá hacerse en espacios privados y atado a ciertas características. Nosotros también mandaremos una reglamentación al Concejo para que los pozos que estén en la vía pública se les tenga que colocar una capa o losa de cemento porque la vereda es responsabilidad del frentista”.
Almada señaló que “muchos de los pozos que cedieron estaban rellenados pero las napas removieron la tierra que no estaba debidamente compactada”.
Según datos suministrados a El Trébol Digital, en el año 2005 solo 40% del ejido urbano tenía cloacas. Hoy hay un 86% de la población que goza del servicio y eso hace que muchos pozos hayan quedados sin uso, algunos tapados y otros no.