Por Francisco Díaz de Azevedo

Hablar de Rubén Bagilet en El Trébol, es hablar de goles, de épocas de oro y de una magia inagotable.

De ambos bandos lo conocen. Desde el Expreso se exaltan y se vanaglorian. Cuentan a sus hijos casi como un cuento mitológico, lo que hacía el gran “Rubén”. Desde Trebolense hay respeto. Lo sufren con una sonrisa. “Te acordás de ese loco cómo nos hacía goles?”, dicen. Eso dejó el “9” más recordado que nunca jamás fue superado.

AQUEL GRAN 9 – Rubén entrando a la cancha.

Está intacto. De buen físico, con las canas de hombre maduro y con la simpatía de siempre. Bonachón, memorioso. Se sabe ídolo en la ciudad y lo disfruta. Visita parientes y se pasea entre amigos que le abren la puerta de la casa sólo al verle llegar.

Volver, siempre volver

“Volver a la ciudad me pone muy felíz. Son muchos recuerdos y muchos amigos. No me alcanza el día y lo incómodo es estar medio lejos y tan a tras mano”, dice, el hombre de Gálvez que se inició en Santa Paula de purrete.

Bagilet hoy distribuye pescado, tiene una escuela de fútbol y dirige inferiores en la Liga Esperancina.

Llegó a la ciudad en los 80 y marcó una época en El Expreso. Fue campeón en el año 1985 y 1987, dos de los tres años del famoso “Tri”. “Salimos campeones con Ramaciotti. Se había ido el DT que estaba a mitad de año y arrancó él. Era un DT completo, que te pasaba videos y hacía charlas, cosa que no era habitual en esos momentos. Hubo grandes jugadores. Hoy cambió. Antes había tres delanteros y se jugaba más a la pelota. Hoy es más físico”, analiza.

CON UN AMIGO – Ricardo Giovaninni y Bagilet.

Aquellas épocas de oro

Eran los 80. Epocas doradas en El Expreso. En el plantel estaban Enzo Bulleri de River, el “Negro” Ocampo y el “Bocha” Forgués de Central Córdoba, “Copito” Andrade de Colón. También el “Indio” Gomez, la “Lámpara” Solís, el “Sapito” Meier, el “Tucu” Ferreyra, Caramuto, el “Negri” Celi y quedan muchos más.

Fue un Tricampeonato, que sólo ahora pudo igualar San Jorge, 28 años después. “Me quedo con el campeonato del 85´por cómo lo ganamos. Ibamos 6 puntos debajo de La Emilia. Le ganamos a Americano sobre la hora en su cancha con gol mío de tiro libre que pegó en los dos palos y después le ganamos a La Emilia en nuestra cancha. Fuimos contra ellos a la final y le ganamos en el tercer partido”, recuerda.

Lo espera el asado de un domingo que no será un domingo más. Tiene puesta la casaca de El Expreso que le queda pintada. Luce un gorrito del “Verde”. “Para tapar las canas”, bromea su esposa. Se ríe, La pasa bien recordando y se nota.

Su carrera

Rubén tuvo una carrera rica. Empezó en Santa Paula de Galvez, aprendió en Jorge Newberry, se fue a Newell´s donde llegó a jugar en Reserva, jugó en Renato Cesarini, emigró a El Expreso, pasó a La Emilia y volvió al “Verde” para campeonar en el 87´. También infló redes en Atlético Rafaela, Juventud Unida y Almafuerte de Las Rosas donde se retiró joven. “Dejé a los 31 años. Perdí la motivación. Me costaba viajar tanto y cuando sentís eso ya no va más”, dice con gesto adusto. Completa: “Después jugué en veteranos, incluso con el Seleccionado de Santa Fe en Mendoza. Para no extrañar al fútbol, jugué al paddle y me ayudó un montón. Era un deporte que me gustaba y me mantuvo entretenido”.

CANCHA LLENA – Epoca de Tricampeonato 85/86/87


Hombre récord

Bagilet marcó 200 tantos en el “Verde”. Un número tan redondo como significativo. Recuerda: “En El Expreso marqué exactamente 200 goles en 4 años. El gol Nº 200 lo hice en la cancha de Newell´s en un Regional contra Renato Cesarini en una final. Empatamos 1 a 1”.

TRICAMPEON – Bagilet con El Expreso.

Ping pong con Bagilet

Un amigo en el fútbol?

“El “Tucu” Ferreyra”.

Un amigo en El Expreso

“El “Negro” Celi”.

Un gol

“Ante Americano de tiro libre desde 40 metros. Después se dio el campeonato”.

Un gran partido

“Los clásicos. Me encantaban y nunca perdí uno”.

La alegría más grande?

“La gente y los amigos”

La tristeza más grande?

“Dejar de jugar”.

Un concejo para los pibes

“Si yo tengo que darle un concejo a un chico, le digo que aproveche todas las oportunidades. Nosotros no lo hicimos. Estábamos en Newell´s y venía el “Indio” Solari y preguntaba por mí y yo me había ido a Galvez. El me buscaba para entrenar con la Primera y yo me iba. Eso pasa una, dos o tres veces y después se te va el tren. A mí el sabor que me queda es no haber llegado a donde quería por estas cosas”, dice.

RECONOCIDO – Bagilet recibiendo una placa.

Se apaga el grabador. Tiene tiempo de saludar a un amigo más. El fuego en el asado apura, A los asados no hay que hacerlos esperar. Cómo a los goles, llegan en el momento justo. Y hay una mesa para compartir, con gente querida, como él, como Rubén Bagilet, como aquel señor de los arcos grandes.

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