Se suspendió por agresión el partido entre La Emilia y Mitre

Para lamentar – Un jugador de Mitre golpeó al árbitro Gustavo Franco cuando el «Canario» ganaba 1 a 0. El «Canario» y el «Depor» comenzaron a jugar el primer cruce de Cuartos de Final de la Liguilla en Primera División, pero el encuentro no pudo terminar.

Una agresión al árbitro de El Trébol, Gustavo Franco, hizo que el colegiado suspenda el partido, cuando apenas se habían jugado 30 minutos del primer tiempo.

En lo deportivo, comenzó mejor la visita y fue protagonista durante los primeros 15′. En ese lapso, tuvo dos situaciones claras, con un remate de Lemos que se desvió en Fossarelli y dio en el travesaño y otra con un centro rasante que cruzó frente al arco de Beuchel y que nadie llegó a empujar.

Después del cuarto de hora, los de Reschia se acomodaron mejor en el campo y lograron emparejar las acciones, empezando a generar aproximaciones contra el arco defendido por Vidal.

A los 22′, llegó el único gol de la noche. Gagna envió un centro al área que bajaron en el punto penal y Maximiliano Canale apareció para mandarla al fondo de la red y decretar el 1 a 0 en favor del «Aurinegro».

Camino a la suspensión

De ahí hasta el lamentable episodio, los jugadores de ambos equipos comenzaron a jugar fuerte. En este contexto, daba la sensación de que a Gustavo Franco se le ponía más complicado el camino, teniendo en cuenta que ya había mostrado tarjeta amarilla a Fossarelli, González y Rubiolo en el elenco de Magáz y a Gagna en el dueño de casa.

La jugada de la suspensión del encuentro llegó cerca de los 30 minutos. Páez y Beldoménico disputaron una pelota cerca de la línea de cal frente al banco de suplentes visitante. El juez corrió hasta el lugar y sin dudar, le mostró la tarjeta roja al defensor de Mitre.

Tras eso, Cuerpo Técnico, titulares y suplentes entendieron que Páez merecía también tarjeta, alegando un golpe del jugador de La Emilia en el rostro de Beldoménico que sufrió un corte en el interior de la boca.

El tumulto duró tan solo unos segundos. Lamentablemente, algún jugador del banco perdió totalmente la cordura y agredió al árbitro, que cayó por unos instantes al suelo producto de un puñetazo en el rostro.

Rápidamente, intervino la policía que trajo tranquilidad y acompañó a la terna y capitanes al vestuario, donde, a sólo cinco o seis minutos del incidente, se tomó la decisión de suspender el cotejo.

Otra vez, un partido se suspende por una agresión. Seguramente, las imágenes que la televisión genera podrán clarificar una jugada que terminó en bochorno y de la que cada protagonista, desde su lugar, deberá hacerse responsable de sus actos.

Fuente: www.sectordeportes.com.ar