Los pobreza extrema que el Papa verá a partir de este domingo – El pontífice argentino inicia el fin de semana una histórica visita a Ecuador, Bolivia y Paraguay. Pasará tiempo en lugares a los que rara vez, o nunca, acuden turistas y a donde los locales evitan ir. Los cerdos hurgan entre la basura en busca de sobras. La gente vive en chabolas elaboradas con madera contrachapada y metal corrugado. Cualquier apariencia de estabilidad en este barrio pobre en expansión en el que residen 15.000 familias desaparece cuando las fuertes lluvias asolan las orillas del cercano río Paraguay convirtiendo sus caminos de tierra en piletas de barro intransitables.
Banado Norte es una de las zonas extremamente pobres que el papa Francisco visitará durante su gira por tres países sudamericanos que comienza el domingo. En Ecuador, Bolivia y Paraguay, el pontífice pasará tiempo en lugares a los que rara vez, o nunca, acuden turistas y a donde los locales evitan ir en lo posible.
La visita del argentino, que está haciendo de la ayuda a los pobres el centro de su pontificado, aumenta las esperanzas de muchos fieles de la iglesia católica cuyas vidas de abyecta pobreza serán por un momento el centro de atención.
Magdalena Ramos espera llamar la atención de Francisco durante su visita a la pequeña y humilde capilla de Banado Norte y pedirle ayuda para su hijo, que está postrado en una cama por problemas neurológicos congénitos.
«Quiero que el Papa vea a mi hijo y luego pida a la gente donaciones para una silla de ruedas y tratamiento médico’’, dijo la mujer, que está desempleada.
Peticiones como ésta seguro abundarán en la visita papal, que hará escalas en Ecuador y Bolivia antes de su llegada a Paraguay el próximo 10 de julio.
En Ecuador, el Papa se reunirá con miembros de su orden jesuita en Guayaquil, una zona de húmedas tierras bajas con varios barrios pobres en crecimiento. Celebrará una misa en el parque Samanés, a sólo unas cuadras de tres vecindarios construidos en su mayoría por «okupas» que viven en casas de bambú y madera con tejados de zinc.
Se espera que miles de personas acudan a la misa, incluyendo fieles del cercano Perú. El ama de casa Mónica Cabrera Rendón espera que esa afluencia deje algo de beneficio económico a su familia, ocho personas que comparten una chabola con una única habitación.
«Habrá ocasión de vender cosas a todas esas personas que vengan a la misa’’, dijo.
En Bolivia, Francisco visitará Palmasola, una prisión a las afueras de la ciudad de Santa Cruz, en el centro del país, conocida por su violencia y que esencialmente está controlada por sus 3.500 internos. Cuatro de cada cinco presos están todavía a la espera de juicio en el desbordado y lento sistema judicial nacional.
El interés de Francisco por los pobres se ha visto solapado en gran parte por el movimiento de la liberación, que surgió en Colombia en la década de 1960 y se ha arraigado en Latinoamérica. Durante mucho tiempo, el Vaticano se ha mantenido alejado de esta ideología porque algunos de sus fieles la interpretaron a través de las lentes del marxismo y la lucha armada contra los ricos.
Hoy en día, el movimiento toma nuevos aires. En mayo, Jorge Bergoglio beatificó al fallecido arzobispo salvadoreño Oscar Romero, que fue asesinado mientras oficiaba una misa en 1980 y fue considerado un héroe por los seguidores de esta corriente. Además, la Santa Sede ha hecho propuestas al teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, considerado un fundador del movimiento.
«Los pobres son más visibles ahora que nunca desde el Concilio Vaticano II’’, dijo Massimo Faggioli, un historiador eclesiástico de Roma, refiriéndose a las reuniones celebradas entre 1962 y 1965 que acercaron la iglesia a la modernidad.
Los tres países que visitará Francisco han avanzado en el plano económico en la última década, mejoras que los líderes empresariales achacan, en parte, a la misma clase de empresas capitalistas que el Papa ha calificado recientemente de materialistas.
Bolivia, por ejemplo, redujo el número de personas que viven en la extrema pobreza del 37% al 19% en menos de una década gracias al aumento de las exportaciones de gas durante el mandato del presidente Evo Morales.
«Francisco está continuamente impugnando el libre mercado y nunca aprecia el bien que puede hacer’’, dijo Peter Johnson, del Instituto Acton, un centro de Grand Rapids, en el Estado de Michigan, centrado en la relación entre economía y religión.
Sin embargo, la mejora de los indicadores económicos significan poco para gente como Wilson Valdez. Hace poco, el vendedor de fruta conducía su moto con cuidado por un camino embarrado en Banado Norte. Pero ya no lo hará más. Para él, el mayor beneficio de la visita del Papa es que la ciudad tiene previsto drenar las calles antes de su llegada el 12 de julio.
«Este es el primer milagro del papa Francisco’’, dice.
Fuente: Clarin.com