– Es la nueva estimación de la Bolsa de Rosario, sobre el 80% de la cosecha y un rinde promedio de 40 qq/ha. El maíz no muestra cambios significativos y se ubicaría en algo más de 25,7 mill/tn. ROSARIO (NAP). La cosecha de soja argentina podría alcanzar las 59,6 millones de toneladas, 1% superior a la estimación de abril de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que publicó su último informe este miércoles 13 de mayo.
El nuevo récord se midió evaluando los rindes promedio en la zona núcleo de 40 quintales por hectárea -cifras que incluyen a la soja de primera y de segunda- y la superficie sembrada de 20,2 millones de hectáreas.
Este volumen supera a las estimaciones conocidas a mediados de abril último que ubicaban a la cosecha de la campaña 2014/2015 en 58,5 millones de toneladas, en coincidencia con el último informe del Usda (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés).
El informe de la BCR se elaboró con el avance de la trilla de soja en un 80%, casi finalizada en la franja central del país, se ajustó la cifra de producción nacional nuevamente al alza. En la zona central los rindes llegan a superar el nivel medio de 40 quintales por hectárea, considerando soja de primera y de segunda. El rinde nacional promedio se ubicó ahora en 30,7 qq/ha.
Maíz
Respecto de la cosecha de maíz, la Bolsa de Rosario no avizoró grandes cambios, con rendimientos que e mantuvieron en promedio en 76 qq/ha, por lo que la producción es estimada en 25,7 millones de toneladas. Sin embargo, hay diferencias en la distribución del volumen, según provincia, respecto de la estimación del mes pasado.
El avance de la cosecha está en 40% del área y en la última semana se incorporaron datos de rendimientos inferiores a lo esperado en la zona central. «Esto disminuyó la estimación de rindes promedios para Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, donde finalmente no se expresaron los extraordinarios niveles productivos que sí se vieron en la oleaginosa», dijo la entidad.
«La tecnología inferior aplicada, por menor uso de fertilización, y el lavado de nutrientes, por las fuertes lluvias, impusieron un techo al potencial productivo del cereal. Las expectativas son mejores para el norte del país, al igual que en La Pampa», agregó.