Es secuestrado el periodista Enrique Raab. – Un grupo de tareas de las Armadaen lo chupó de su domicilio y fue conducido a la ESMA. Nunca más apareció. El día el 16 de abril de 1977 fue rodeada totalmente la manzana donde se asienta su domicilio por personas fuertemente armadas, a escasos cien metros de la Comisaría Seccional I° de Capital Federal. Obligaron al portero a acompañar a los captores hasta el departamento de su vivienda, ametrallaron la puerta de acceso (causando heridas a Raab), y encapucharon a ambos residentes, Raab y su amigo Daniel Giron, para introducirlos en un vehículo que partió con destino desconocido. Una semana después, Giron fue liberado, sin conocerse aun la situación de Raab. En el registro del CONADEP lleva el Legajo N° 802.
Al poco tiempo la dictadura militar era un hecho, y comenzaron a sucederse las detenciones-desapariciones una tras otra: el exilio no era una alternativa para Raab, tal cual le explicó a Viau ante la posibilidad de instalar una oficina en París a pedido del propio PRT.
«No lo voy a hacer, Susana. Mirá, tengo más de cuarenta años. Si me voy no vuelvo más, y no quiero ni pensar en esa posibilidad. No me gusta. Escuchame, ¿qué me puede pasar? ¿que me agarren y me torturen? Pienso… ¿puede ser peor que el dolor de un infarto? Yo creo que no».
Raab fue uno de los periodistas más admirados y respetados del medio, colaborador de Clarín, La Opinión, Siete Días, Visión, Primera Plana, Confirmado, Análisis, La Razón y Nuevo Hombre.
Fue Premio Casa de las Américas. Colaboró en la sección cultural de La Opinión con artículos sobre cine y teatro, realizó recordadas entrevistas a personajes como Bertrand Russell y Manuel Mujica Lainez.
Enrique Raab nació en Viena el 2 de febrero de 1932. Con el Anschluss de Hitler en Austria llevó a la familia de origen judío a emprender un viaje hacia Grecia, desde donde lograron embarcarse hacia Argentina y escapar de las huestes del nazismo. Cuando arribaron a Buenos Aires Enrique tenía 6 años. Estudió en una escuela de las calles Reconquista y Corrientes y en el Colegio Nacional de Buenos Aires, que no terminó. A fines de los años ‘40 formó parte del club «Gente de Cine», creado entre otros por Rolando Fustiñana, fundador de la Cinemateca Argentina.