Atacó a los ladrones con una espada samurai – «Su reacción estuvo de acuerdo y en forma proporcional al peligro de vida que corrieron él y sus familiares», le confió una fuente judicial a Clarín, respecto al hombre que se defendió de los ladrones con una katana y los hirió gravemente. Esta mañana la fiscal Jorgelina Gutiez esperaba en su despacho al hombre que el viernes pasado defendió la vida de su familia con una katana -espada utilizada en artes marciales-, cuando en plena madrugada tres delincuentes armados con una pistola calibre 9 milímetros asaltó su casa de barrio Cerro Norte.
Hasta hoy, la víctima no pudo declarar ante la Justicia, mientras que su esposa ya declaró y detalló sobre cómo fue el violento atraco donde los tres delincuentes sometieron al matrimonio a una violenta paliza.
Una fuente de la Justicia confió a Clarín que la fiscal Gutiez no imputará al hombre que repelió el asalto con la espada samurai –su esposa también tomó otra espada de adorno, pero no alcanzó a utilizarla- ya que actuó en legítima defensa de su familia: su reacción estuvo de acuerdo y en forma proporcional al peligro de vida que corrieron él y sus familiares.
El asalto ocurrió alrededor de las 3 del viernes, cuando tres asaltantes rompieron con un caño una persiana y una ventana e ingresaron en una casa de calle Chaquira al 7700, donde dormía una familia: el dueño de casa, un obrero metalúrgico de 49 años; su esposa de 48; el hijo de ambos, de 14; y el padre de la mujer, de más de 70 años de edad.
Ni bien entraron, los delincuentes le pegaron varios culatazos con la pistola en la cabeza al dueño de casa, quien les entregó $ 3.600. Luego arremetieron hacia el cuarto del hijo adolescente y la mujer se los impidió, por lo que la golpearon duramente.
En ese momento, el dueño de casa aprovechó y descolgó la katana de la pared y atacó a los delincuentes que le pateaban la cabeza a su esposa.
Por el violento atraco fueron imputados por el delito de robo calificado Juan Cruz Tolosa (19), Caín Mena (19), Maximiliano Moyano (24) y Maximiliano Peralta (25). Mientras que Gabriela Loyola (28) fue acusada de entorpecimiento a la Justicia y encubrimiento.
La mujer de la casa le contó al diario cordobés La Voz del Interior: «Si me preguntas cómo me pude defender del ladrón, no sé cómo me pude defender. Uno no está preparado para estas situaciones». Y agregó que la familia aún sigue «en estado de shock».
Cuando el obrero metalúrgico hirió a los asaltantes, éstos huyeron en un automóvil donde los esperaba un cómplice. Pero a los pocos metros el vehículo se detuvo por fallas mecánicas y debió ser empujado por los ladrones.
Cuando los vecinos salieron a ver que pasaba, el auto arrancó pero uno de los ladrones quedó rezagado y simuló ser víctima del atraco. Un vecino le prestó un teléfono para que pida ayuda y a los pocos minutos apareció Gabriela Loyola en moto y lo rescató.
Unas cuadras más lejos, el automóvil con los delincuentes frenó definitivamente al perder el control y estrellarse contra un árbol.
Fuentes: Clarin.com