– Las gestiones se realizan desde diferentes aristas en estos momentos: ministros provinciales, entidades de productores y hasta el gobernador de Santa Fe (que se encuentra gestionando una ayuda crediticia de la Nación similar a la que consiguió De la Sota). Es que la situación en la que quedaron miles de productores de la cuenca lechera es dramática, porque al desfinanciamiento y el desastre ocasionado en las estructuras productivas, se le suma la falta de liquidez del productor debido a un derrumbe de su facturación (entre un 25 y un 45% según cada cuenca) como consecuencia del anegamiento total de sus campos.
Ayer, se celebró una reunión de Emergencia en el ámbito del Ministerio de la Producción de Santa Fe, con productores, industrias y funcionarios del área, para empezar a evaluar daños y soluciones. Las declaraciones de Emergencia ya están solicitadas y ahora restan las acciones concretas del Estado, tanto provincial como nacional.
En la misma se informó que el Ministerio pondrá a disposición el encierro para ganado ubicado en la localidad de San Cristóbal, evaluando como una posibilidad la de centralizar, por el momento, el registro de aquellos campos que tengan la capacidad de recibir hacienda.
Durante la reunión también se informó sobre el avance de las negociaciones con el gobierno nacional, al que se le va a solicitar, además de un aporte para infraestructura caminera, distintos tipos de financiamiento para atender la situación. Por un lado, el crédito, por un monto de 100 millones que se está gestionando para productores tamberos en emergencia, se hará extensivo a todos los productores, a nivel provincial.
Por otro lado, también se acordó hacer un pedido formal a la Nación de la creación de un crédito a largo plazo, con un año de gracia y cinco de devolución, cuyos montos sumen cuatro meses normales de producción de cada hacienda. A este tipo de financiamiento se sumaría un fondo rotatorio, que sería administrado por las asociaciones para el desarrollo, y destinado a quienes no puedan acceder al crédito antes indicado.
Finalmente, se solicitará financiamiento para las fábricas, que en este momento afrontan mayores costos, debido a la reducción en la materia prima.
A nivel individual, hoy las entidades de productores se pusieron manos a la obra, intentando gestionar algún beneficio inmediato. Es el caso de MEPROLSAFE que, aprovechando su buen vínculo con el Ministerio de Agricultura de la Nación, le envió una carta con carácter de «urgente» al mismo ministro Carlos Casamiquela. «Debido a la situación reinante en la provincia de Santa Fe, ocasionada por las copiosas lluvias y ante los innumerables daños que esto provocó a los diferentes establecimientos lecheros y dado que recomponer la situación productiva llevará un período importante, solicitamos una asistencia crediticia para todos ellos, que englobe la facturación de cuatro meses, con un período de un año de gracia y cinco años de pago a una tasa de interés lo mínimo razonable», fue el pedido concreto.
Se sabe que la provincia está detrás de esta moción también, al igual que de un objetivo aún mayor como la reparación vial y de infraestructura productiva de toda la cuenca lechera central, mediante un crédito similar al que consiguió la semana pasada De la Sota para Córdoba (540 millones de pesos).
Cabe señalar que el subsidio de 30 ctvs que los tamberos comenzarán a cobrar (con suerte) a fines de abril o mayo, no es una medida que alcance al 100% de los tambos damnificados, por lo cual se torna necesario avanzar en una solución más inmediata.
Ahora todo depende de cuánto esté dispuesto hacer el Gobierno nacional.
