El avión de línea chocó contra un puente y se estrelló contra un río

25 muertos en tragedia aérea en Taiwán – Hay además 17 personas desaparecidas. No se saben los motivos del incidente. Afirman que la nave -que venía de China- es uno de los turbohélices más modernos y populares del mundo. Pasó volando, cayendo, de costado, desplegando su enorme panza blanca por encima de un puente. Y se estrelló en un río de Taipie, con 58 personas abordo. Al menos 25 pasajeros del vuelo GE235 de TransAsia Airways, que procedía de China, murieron. Ya de noche en Taiwán, una grúa retiraba el maltrecho fuselaje del agua.

Se esperaba que la cifra de muertos creciera conforme los equipos de rescate despejaban el fuselaje del avión, que quedó casi sumergido en el río Keelung, en la capital de Taiwán. En torno a los restos se reunieron rescatistas con balsas hinchables, a varias decenas de metros (yardas) de la orilla.

Varios videos subidos a internet y recogidos por cadenas de televisión mostraban al avión de turbohélice ATR 72-600 escorado sobre un lado y volando hacia un puente de la autopista nacional número 1 de Taiwán. En uno de estos videos, que parecían tomados desde coches que circulaban por la autopista, se ve como un ala en posición casi vertical roza la carretera, golpeando un vehículo antes de precipitarse sobre el río.

Fue el segundo accidente de un avión de este tipo, de fabricación italofrancesa, de la compañía en el último año.

El vuelo del miércoles había despegado del aeropuerto Sungshan, en el centro de la ciudad, camino de las islas Kinmen, controladas por Taiwán.

El contacto con el avión se perdió cuatro minutos después del despegue, dijo el director de TransAsia, Peter Chen. Las condiciones climáticas eran aptas para el vuelo y la causa del accidente se desconoce.

«De hecho esta nave en el accidente era el modelo más nuevo. No llevaba ni un año en uso», dijo en una rueda de prensa.

Treinta y uno de los pasajeros eran chinos, dijo la oficina de turismo taiwanesa. El aeropuerto de Kinmen es un punto de conexión habitual entre Taipéi y la provincia china de Fujian.

La autoridad de aviación civil de Taiwán confirmó que 25 personas habían muerto y que unas 17 están desaparecidas.

Wu Jun-Hong, miembro del Departamento de Bomberos de Taipéi que coordina las tareas de rescate, dijo que los viajeros que no habían sido localizados podrían estar dentro del fuselaje o haberse visto arrastradas río abajo.

«En este momento, la situación no parece muy optimista», dijo Wu a la prensa en el lugar del accidente. «Es probable que los que viajaban en la parte delantera del avión perdieran la vida».

Los rescatistas sacaban el equipaje de mano del avión para despejar el interior, y Wu dijo que tenían previsto construir un puente flotante para facilitar las tareas.

El ala del avión golpeó también un taxi al pasar sobre la autopista, hiriendo al conductor, señaló Chen.

El Ministerio de Defensa Nacional dijo haber enviado a 165 personas y ocho embarcaciones a la escena, sumándose a los equipos de bomberos que trabajaban en el lugar.

Este es el segundo ATR 72 de fabricación francesa de TransAsia que se estrella en el último año. El pasado julio, otro avión de la aerolínea taiwanesa chocó cuando intentaba aterrizar en la isla de Penghu, matando a 48 personas e hiriendo a otras 10 durante un tifón, por motivos que aún se están investigando.

ATR, un consorcio francés e italiano con sede en Toulouse, Francia, dijo haber enviado un equipo a Taiwán para colaborar en la investigación.

El ATR 72-600 que se estrelló el miércoles es el mejor modelo de la compañía, y el piloto tenía 4.900 horas de experiencia de vuelo, indicó Lun Chih-ming, de la Administración de Aeronáutica Civil taiwanesa.

Greg Walden, director de gestión en Asia de la revista Flightglobal en Singapur, señaló que el modelo es la última versión de uno de los aviones de hélice más populares del mundo, especialmente utilizado para vuelos cortos regionales en Asia.

Por lo general tiene una buena reputación por su seguridad y fiabilidad, y es conocido entre las aerolíneas porque resulta barato y eficiente.

Aunque es demasiado pronto para saber qué provocó el accidente, es improbable que las causas sean problemas de motor o de carga, indicó Waldron. Otros factores posibles son errores del piloto, el clima o accidentes poco comunes como colisiones con aves.

«Es demasiado pronto para especular sobre si fue un problema de la nave o de la tripulación», dijo Waldron.

La accesibilidad al lugar del accidente debería permitir una investigación rápida, con un informe preliminar aproximadamente en un mes, señaló el experto.

Fuente: Clarin.com