Muere Luca Prodan – Emblema de la efervescencia juvenil posterior a la dictadura y uno de los grupos más influyentes del rock argentino. Un día como hoy de 1987, muere Luca Prodan, gestor y principal animador del ya legendario grupo musical «Sumo».
Emblema de la efervescencia juvenil posterior a la dictadura y uno de los grupos más influyentes del rock argentino.
El artista había nacido en Roma, Italia; el 17 de mayo de 1953 y en la década de los 80′ se radicó en Argentina.
Su muerte se produjo por un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática.
Tenía una extraña combinación de gentleman y vagabundo, era profundamente educado y erudito, con enorme sensibilidad para la música, la historia del arte y la literatura, pero al mismo tiempo desafiaba esa legitimidad con una sensibilidad por los personajes y el lenguaje de la calle, los excéntricos y la música folk.
También fue reconocido por componer canciones monoacordicas (de un solo acorde). «El rock debe ser simple, do acorde» fue su frase de cabecera durante muchos años. Luca no soportaba el denominado «rock nacional», y siempre tuvo una posición de burla con respecto al incipiente star system de la escena de los primeros años de la década de 1980.
Su estilo de vida estuvo siempre cercano a un ascetismo igualitarista extremadamente irónico con respecto a lo que percibía como el establishment de una escena musical en auge.
Poeta sensible y refinado, era al mismo tiempo una personalidad furiosa y eléctrica. Su excentricidad, su energía y su austeridad, asociadas a una profunda ironía y un enorme cosmopolitismo, hacían de Luca una figura extraña para los cánones de un ambiente poco acostumbrado a los estilos irreverentes de la contracultura y el gesto camp que Luca encarnaba.
La transformación cultural de la década de 1980, simultánea a la creciente importancia de una cultura juvenil que floreció en la post-dictadura, explicaría en parte las condiciones de su carisma.
Luca fue un personaje del underground, sin embargo criticaba duramente el elitismo arty de un sector «moderno», prefiriendo el papel beat de príncipe-mendigo. Esa actitud lo convirtió en un icono de la llamada cultura rock, un término del que el mismo Prodan se reiría: «¿Qué es el rock? ¡Es el kcor al revés!».
Si durante la década de 1980 esta cultura se asociaba a las estéticas «modernas» y «vanguardistas», durante la década de 1990 la masificación y diversificación del consumo sumado al aumento de la brecha social, produjo una creciente distinción en los estilos musicales, asociando cada vez más el rock a la cultura de los sectores medios empobrecidos o los sectores populares haciendo de Luca Prodan un rostro encantado y paradojal que sintetiza las facetas múltiples e inesperadas de la cultura argentina reciente.