River se llevó una victoria de oro de La Plata – Vera había puesto en ventaja al Pincha. Está imparable. River pasó por La Plata y dio otro golpe. Como el domingo en Rafaela, empezó perdiendo por un gol de Diego Vera, pero lo dio vuelta y terminó 2-1. Le sale todo bien y acompaña a la suerte con buen juego: lo ganó con un gol en contra de Jonathan Schunke y ahora hasta una derrota por 1-0 en el Monumental le dará el pasaje a las semifinales donde podría jugar ante Boca, siempre y cuando elimine a Cerro Porteño.
Eran 28 partidos sin perder para River (ya suma 29). Porque la eliminación de la Copa Argentina ante Central fue por penales. El equipo de Marcelo Gallardo parece invencible en el torneo local y en la Copa Sudamericana el objetivo es el mismo. Aunque enfrente estaba el duro Estudiantes, siempre complicado en las definiciones mano a mano en torneos internacionales.
En el Estadio Ciudad de La Plata el equipo de Mauricio Pellegrino y el de Marcelo Gallardo midieron fuerzas: presión contra presión, contraataque ante contraataque. En ese terreno, fue el local el que se mostró más ordenado y seguro en el primer tiempo. Siempre se lo notó incómodo a River.
El Pincha cedió el balón y esperaba, pero presionaba bien arriba, apenas su rival intentaba salir jugando. Correa, Carrilo y Vera en la primera línea. Román Martínez, Gil Romero e Israel Damonte en la segunda. Cuando recuperaba la pelota en el campo de River, Estudiantes salía disparado contra Barovero.
La polémica llegó tras el primer cuarto de hora. En una contra veloz, Carrillo la cambió para la llegada de Román Martínez, Barovero se le tiró a los pies y el jugador quedó en un pie. Para Diego Abal no pasó nada, pero los locales reclamaron penal. Al rato, Martínez pidió el cambio con dolor en su tobillo derecho y en su lugar ingresó Auzqui.
Le costó a Estudiantes acomodarse. Había perdido al eje del equipo y River empezó a ejercer el dominio del partido a partir de la tenencia del balón. Llegó al arco de Hilario Navarro, aunque no generó ni una jugada clara de gol. Y cuando el empate parecía inamovible de cara al descanso llegó el error que abrió la chapa. Ya estaban cumplidos los 45 minutos cuando Barovero salió jugando con Ramiro Funes Mori, por izquierda. Pero enseguida Vera saltó a presionarlo. El Mellizo quiso gambetear para adentro, pero el delantero le robó el balón y quedó cara a cara con el arquero: su derechazo se clavó por el medio del arco e instaló el 1-0, justo sobre el cierre de la primera mitad.
Pero lo que a cualquiera le cuesta la energía de todo un partido, River lo resuelve en un par de minutos. Apenas 7 pasaron del segundo tiempo para que la visita llegara al empate y -lo más importante- marcara fuera de casa. Desbordó Mercado por derecha, le dejó la pelota a Sánchez con un taco y el uruguayo envió el centro al corazón del área. Allí estaba Mora, entre los centrales, para meter el cabezazo de pique al suelo y quebrar a Hilario Navarro. River ya estaba 1-1 en La Plata.
El empate fue un golpe al mentón de Estudiantes y el de nocaut estaba por llegar. A los 25, Balanta anticipó en el medio y rompió líneas. La cedió para Teo Gutiérrez que con un paso de baile se sacó de encima a dos rivales en un pedacito de cancha y descargó para la izquierda, para Sánchez. El uruguayo mandó el centro y Schunke metió la cabeza. Gol en contra. A River le sale todo bien.
Después fue un monólogo. Estudiantes estaba noqueado. Apenas intentó ir por el empate en los últimos diez minutos, después de que Abal le mostrara la roja a Carlos Sánchez -una de las figuras- por simular una falta en el área rival cuando ya estaba amonestado. Carrillo lo tuvo con un cabezazo, pero apareció Barovero. River se fue de La Plata con el 2-1 y la clasificación a las semifinales casi en el bolsillo (hasta una derrota 1-0 en el Monumental lo clasifica). En la próxima instancia estará el ganador de la llave entre Boca y Cerro Porteño.